Barrio Candioti: vecinos preocupados por ataques contra los vehículos
“Esta zona está bastante castigada por los robos. Últimamente sufrimos muchísimos hechos de rotura de vidrios en autos, se dan por oleadas y van cambiando”, contó uno de los vecinos afectados. Recordó que tiempo atrás se registraban arrebatos en la vía pública, mientras que ahora el foco pasó directamente a los vehículos estacionados.
LEER MÁS►Impresionante accidente en Santa Fe: una moto terminó destrozada debajo de un camión
La falta de cocheras en el sector agrava el escenario: gran parte de los autos quedan en la calle y se vuelven blanco fácil para los delincuentes. “Yo soy un damnificado. Hace dos o tres semanas me rompieron el vidrio de la camioneta. Y no soy el único: somos varios a los que ya nos dañaron los vehículos o incluso nos entraron a robar a la casa. Esta situación ya no da para más”, relató otro residente.
“No dejamos nada dentro del auto”
Ante la repetición de hechos, muchos vecinos adoptaron cambios de conducta para minimizar riesgos. “Directamente no dejamos nada dentro de los vehículos, ni siquiera los papeles. Sabemos cómo está la cosa”, explicaron. Sin embargo, aseguran que ni siquiera eso parece alcanzar: los ataques se producen aun cuando los autos no tienen objetos visibles en su interior.
LEER MÁS ► Confirman el hallazgo de restos humanos en el ex centro clandestino de detención La Perla
Además, recuerdan antecedentes en los que delincuentes utilizaban inhibidores de cierre en zonas de bares y boliches para acceder a los autos, robar documentación y llaves y luego ir a los domicilios de las víctimas. “Se roban una campera, una mochila, cualquier descuido, pero también buscan datos para después entrar a las casas”, advirtieron.
Un mismo horario y sospechas sobre el autor
Romeo Benítez, vecino del barrio y con más de dos décadas de experiencia en el área de seguridad, aseguró que existe un patrón claro: “Hay un modus operandi. Es gente que no viene de lejos, se mueve en bicicleta, usa códigos y silbidos. Esto no es casualidad”, afirmó. El propio Benítez fue víctima de intentos de ingreso a su vivienda y de la rotura del vidrio de su vehículo.
Las cámaras privadas instaladas en prácticamente todas las cuadras aportan datos inquietantes. “En las imágenes se aprecia siempre a la misma persona y en el mismo horario: entre las 2.30 y las 3.30 de la madrugada. Anoche, por ejemplo, rompieron otro vidrio cerca de las 3.30, detallaron los vecinos. La repetición de hechos —casi a diario o día por medio— aumenta la sensación de inseguridad.
Alarmas que no alcanzan y reclamo por patrullaje nocturno
En la zona funciona una alarma comunitaria que reúne a más de 80 familias. Cada vez que ocurre un hecho, el sistema se activa. Sin embargo, los residentes advierten que su efecto es limitado. “La alarma sirve solo para asustar, es disuasiva, pero no evita que pase. Cuando llega la policía, el delincuente ya se fue”, explicaron.
Si bien reconocen que en determinados momentos se ve presencia policial tras la difusión de los casos, aseguran que el problema persiste, especialmente de noche. “De día se ve algún patrullaje o caminantes en zonas más concurridas, pero a la madrugada desaparecen. El patrullaje nocturno prácticamente no existe y ahí es cuando pasan estas cosas”, señalaron.
Los vecinos insistieron en que no se trata de responsabilizar a los efectivos: “Sabemos que ellos cumplen órdenes y también están limitados en muchas cosas. Pero necesitamos más prevención, más recorridas nocturnas, porque el barrio ya está cansado”.