Reutilizar cáscaras de huevo para tus plantas es un truco que muchos jardineros experimentados conocen y aplican con éxito. Este recurso natural, que suele desecharse como basura, en realidad puede aportar múltiples beneficios al suelo y a las plantas de tus macetas.
¿Qué beneficios aportan las cáscaras de huevo?
Las cáscaras de huevo están compuestas principalmente por carbonato de calcio, un mineral esencial para las plantas. Al agregarlas al sustrato, podés mejorar significativamente la salud de tus macetas:
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Aporte de calcio: Favorece el fortalecimiento de tallos y raíces, evitando problemas como la pudrición apical en ciertas plantas.
Mejora del pH del suelo: Ayuda a neutralizar suelos ácidos, proporcionando un ambiente más adecuado para diversas especies.
Control de plagas: Las partículas de cáscara triturada actúan como un repelente natural contra insectos y babosas.
Mejora de la estructura del suelo: Facilita la aireación y el drenaje del sustrato.
Fertilizante natural: Libera nutrientes de manera gradual, permitiendo que las plantas los absorban a su propio ritmo.
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¿Cómo usar las cáscaras de huevo en tus macetas?
Incorporar cáscaras de huevo a tus plantas es muy sencillo. Solo tenés que lavar las cáscaras, triturarlas bien y mezclarlas con la tierra de tus macetas. También podés hacer un polvo fino y espolvorearlo en la superficie del sustrato.
¿Cuándo aplicar las cáscaras de huevo?
Lo ideal es agregarlas al sustrato antes de la siembra o trasplante, aunque también podés hacerlo periódicamente cada mes para mantener un aporte constante de nutrientes.
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