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Los 6 hábitos esenciales para el cuidado de la piel en invierno y evitar que se reseque o agriete

La ola polar trae consigo cambios drásticos de temperatura que afectan la salud de la piel. Seguí estos consejos para mantenerla hidratada y protegida.

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, la piel enfrenta desafíos significativos. Los vientos fríos, los cambios bruscos de temperatura y la calefacción en interiores pueden resecarla, agrietarla o enrojecerla. Las áreas más vulnerables como la cara, los labios y las manos son las más afectadas, por lo que es esencial seguir hábitos diarios que protejan la epidermis y eviten problemas mayores.

Los 6 hábitos esenciales para el cuidado de la piel en invierno

La clave para un buen cuidado de la piel en invierno es comprender cómo reacciona al frío y la sequedad. Durante los meses más fríos, la vasoconstricción reduce el flujo de oxígeno y nutrientes hacia la piel, mientras que la calefacción en los ambientes provoca una pérdida de humedad en la epidermis.

Esto puede llevar a la resequedad, la irritación y el daño en la barrera cutánea. Para prevenir estos problemas, es fundamental adoptar una rutina adecuada que proteja y nutra la piel frente a las inclemencias del invierno.

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La clave para un buen cuidado de la piel en invierno es comprender cómo reacciona al frío y la sequedad.

La clave para un buen cuidado de la piel en invierno es comprender cómo reacciona al frío y la sequedad.

Los 6 hábitos para el cuidado de la piel en invierno

Hidratación por dentro y por fuera

La hidratación es la base del cuidado de la piel en invierno. Asegúrate de tomar suficiente agua durante el día para mantener la hidratación interna. Además, es crucial aplicar cremas hidratantes de manera regular, tanto por la mañana como por la noche, y en algunos casos incluso varias veces al día si la piel lo requiere. Elegí productos con ingredientes emolientes como la manteca de karité o las ceramidas, que son ideales para nutrir la piel seca.

Limpieza suave

Durante el invierno, la piel necesita una limpieza suave. Optá por productos hipoalergénicos y evita el uso de jabones que puedan alterar la barrera cutánea natural. Elige limpiadores cremosos que no resequen ni irriten la piel, ya que una limpieza excesiva o agresiva puede empeorar la sequedad.

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La ola polar trae consigo cambios drásticos de temperatura que afectan la salud de la piel.

La ola polar trae consigo cambios drásticos de temperatura que afectan la salud de la piel.

Protección solar todo el año

Aunque en invierno el sol no se siente con la misma intensidad, los rayos UV siguen estando presentes y pueden dañar la piel. No subestimes el poder del sol en los días fríos, por lo que es imprescindible aplicar protector solar todos los días, incluso cuando el cielo esté nublado.

Labios protegidos

Los labios son una de las zonas más sensibles y propensas a la resequedad en invierno. Es esencial mantenerlos hidratados varias veces al día con bálsamos labiales específicos. Elegí productos con ingredientes reparadores y emolientes como la manteca de karité o las ceramidas, que ayudan a prevenir los labios agrietados y mantenerlos suaves.

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Cuidado de la piel en invierno para evitar que se reseque o agriete.

Cuidado de la piel en invierno para evitar que se reseque o agriete.

Cuidado con el calor directo

Evitar el contacto directo con fuentes de calor intenso es fundamental. Las estufas, radiadores y duchas muy calientes pueden causar contrastes térmicos que dañan la piel y favorecen la resequedad. Preferí ambientes tibios y moderados para mantener tu piel protegida de estos cambios bruscos.

Humedad en casa

La calefacción y el aire acondicionado tienden a resecar el ambiente, lo que afecta la hidratación de la piel. Utilizar humidificadores en casa puede ser de gran ayuda para mantener el nivel adecuado de humedad y prevenir la sequedad cutánea.