Aunque la tortilla española es muy famosa, la realidad es que la patata es originaria de América del Sur. Los españoles la conocieron a través de los incas, que, en quechua, la llamaban papa. Su similitud con la batata hizo que se popularizara el nombre de patata en España.
Con el correr de los años, se han creado decenas de variantes. Algunos le agregan cebolla, hay quienes la consumen con salsa picante, y otros que la prefieren rellena.
INGREDIENTES
500 g de patatas
1 cebolla (opcional)
4 cucharadas de harina de garbanzos
1 cucharada de almidón de maíz o de tapioca
300 ml de agua
2 cucharadas de vinagre de manzana o jugo de limón
1/2 cucharadita de sal
aceite de oliva
PREPARACIÓN
1. Cortar las patatas en cubos pequeños y saltearlas con aceite de coco hasta que apenas se doren. Reservar.
2. Por otro lado, mezclar el resto de los ingredientes (el agua, la harina de garbanzos, la fécula de mandioca, el vinagre de manzana o jugo de limón, el aceite de oliva y los condimentos) hasta obtener una pasta uniforme.
3. En un bowl, integrar bien las patatas con la pasta de harina de garbanzos y dejar reposar 10 minutos.
4. Colocar una cucharada de aceite de coco en la sartén y verter la preparación (evitar el teflón en lo posible). Emparejar con la ayuda de una espátula.
5. Cocinar de ambos lados a fuego bajo-medio hasta que se dore.