Exploradores e historiadores revelaron el hallazgo de los restos de un buque de guerra que naufragó en 1682 cuando transportaba a un futuro rey de Inglaterra, Irlanda y Escocia.
El HMS Gloucester, que navegaba del sur de Inglaterra a Escocia, encalló en los bancos de arena frente a la población de Great Yarmouth sobre la costa oriental de Inglaterra. Se hundió en una hora y murieron entre 130 y 250 tripulantes y pasajeros.
Un sobreviviente fue Jacobo Estuardo, hijo del rey Carlos I. Posteriormente reinó como Jacobo II de Inglaterra e Irlanda y Jacobo VII de Escocia de 1685 a 1688, cuando lo destronó la Revolución Gloriosa.
Los hermanos Julian y Lincoln Barnwell hallaron los restos del Gloucester tras cuatro años de búsqueda. Se confirmó la identidad del buque con el hallazgo de la campana.
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