El 26 de junio de 1992, el piloto australiano sufrió un duro accidente en Assen, Países Bajos. Su recuperación se convirtió en un verdadero vía crucis y, por una mala praxis médica, estuvo muy cerca de que le amputaran la pierna derecha. Pero tal fue su determinación que, a pesar de las innumerables operaciones que le practicaron, volvió a correr y, entre 1994 y 1998, se alzó con cinco coronas al hilo en la categoría reina del motociclismo mundial.