El juez Jorge Patrizi, quien tuvo a su cargo la audiencia preliminar en la causa conocida como Caso M, resolvió rechazar el pedido de sobreseimiento de la acción penal solicitado por la defensa del imputado, en un fallo que se dio a conocer este jueves. Jorge Pereyra será juzgado por el delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por la guarda, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravado por la guarda. La Fiscalía y la Querella solicitan una pena de 20 años de prisión.
Ya en 2009, M le había revelado a su familia lo que su tío, que trabajaba como transportista escolar, había hecho con ella durante tantos años mientras era menor de edad. En aquel momento, su abuela -suegra del acusado- le dijo que le creía pero le pidió que espere "a que ella ya no esté" para denunciarlo públicamente. En 2020, un mes después del fallecimiento de su abuela, M radicó la denuncia. El acusado fue detenido el 5 de julio de 2021 y desde entonces permanece en prisión preventiva. Tras el arresto, M contó su historia en una entrevista con AIRE.
La audiencia preliminar de la causa se desarrolló el pasado jueves 16 de junio. En esa ocasión, la Defensa solicitó que Pereyra sea sobreseído, argumentando que la causa se encontraba prescripta. Los defensores sostuvieron que ya se cumplieron los 12 años de plazo que establece el Código Penal y que al momento de los hechos no regía la ley que suspendía los plazos mientras la víctima de los abusos es menor de edad.
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La clave del debate
El punto a determinar es cuándo cesaron los abusos; según la acusación, fue en el 2009, cuando la denunciante tenía 17 años. La denuncia fue radicada en 2020 y la acusación se presentó en 2021. Sin embargo, los defensores sostuvieron que los abusos cesaron un año antes, en 2008, y que para 2009 ya no había vínculos entre las familias por lo que no podría haber sido agredida en reuniones familiares como sostiene la acusación.
Esta divergencia se debe a que en la primera denuncia radicada en la Comisaría de la Mujer la joven sostuvo que su tío abusó de ella hasta los 16 años. Luego, en una declaración realizada en el MPA, aclaró que la abusó hasta que cumplió 17, en encuentros y reuniones familiares.
Para cuestionar esto, los abogados defensores aportaron declaraciones brindadas por allegados a la familia de la denunciante, quienes expresaban que en el año 2009 ya no había relación entre las familias ni se daban encuentros familiares.
La Fiscalía y la querella insistieron con que esa discusión debe ser zanjada en el juicio para arribar a un grado de certeza, y que no se pueden tomar como verdaderos los testimonios aportados por los defensores porque la acusación cuenta con testigos que sostienen otra versión. Además, sostuvieron que la causa no se encuentra prescripta porque los abusos sucedieron hasta el 2009.
El juez Patrizi entendió que debía rechazar la solicitud de sobreseimiento formulada por la Defensa, "en virtud de que las evidencias aportadas en la audiencia no alcanzan a conmover la acusación realizada contra el imputado" y, en consecuencia, "admitir la acusación realizada por la Fiscalía y la Querella conforme fuera solicitada".
Reconstrucción de los hechos
El pedido de la Defensa que sí admitió Patrizi fue la solicitud para realizar una inspección judicial en la vivienda de Rincón donde se afirma que ocurrieron los abusos. La inspección "quedará supeditada a la necesidad de realización de la misma que estime el Tribunal de juicio", aclara el juez en su decisión.
Además, el magistrado también admitió la reconstrucción de las supuestas situaciones de abuso ocurridas en la camioneta Trafic a realizarse en un vehículo con características similares a la utilizada en la época de los hechos. Este punto fue solicitado por la Defensa y era rechazado por la Fiscalía y la Querella, pero el juez decidió dar lugar a la instancia.
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