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Jorgelina Hiba | Ambiente | Delta del Paraná | Quema de pastizales

En lo que va del año ya se quemaron más de 1.300 kilómetros cuadrados del Delta del Paraná

Aunque las quemas están menos extendidas que en los tres últimos años, desde enero hasta ahora ya se registraron casi 10 mil focos de calor en las islas.

Sin la intensidad de los tres años anteriores, pero con una superficie quemada que no deja de ser alarmante, en lo que va de 2023 ya se incendiaron unas 138.642 hectáreas (1.386 kilómetros cuadrados) en el Delta del río Paraná, una superficie que equivale a casi ocho veces la ciudad de Rosario.

Según los registros semanales que lleva adelante el Museo de Ciencias Naturales Antonio Scasso de San Nicolás, en la zona llamada Piecas Delta del Paraná (que va desde la ciudad de Santa Fe al norte hasta Baradero, en Buenos Aires), desde enero hasta mediados de agosto se detectaron unos 9.859 focos de calor, afectando en total alrededor del 6% del territorio del Delta, que tiene unos 2,3 millones de hectáreas de extensión.

Desde que comenzó la gran bajante del Paraná a mediados de 2019, las quemas en zonas de islas afectaron una porción gigante de este ecosistema, con su pico máximo durante 2020 cuando hubo cerca de 40 mil focos de calor, seguido de unos 15 mil focos en 2021 y de 26 mil el año pasado, siempre según los registros del Museo Scasso.

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En ese marco, los casi 10 mil focos de la primera parte de este año parecen completar un ciclo que todavía no se terminó, aunque ya no es tan agudo como en los años anteriores.

Fuego en varias provincias

Esta semana, el monitoreo de incendios que publica cada día el Ministerio de Ambiente de la Nación daba cuenta de incendios activos en varias provincias argentinas, incluidas algunas de la región del Litoral como Entre Ríos, que junto a Formosa y Chaco registraban focos activos de incendios forestales, mientras que permanecían “controlados” o “contenidos” otros focos en Corrientes, Catamarca, la provincia de Buenos Aires y Córdoba, según informó el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).

Según el último reporte diario del organismo, en el país se desarrollaban tres focos activos: en el Parque Nacional Río Pilcomayo, en Formosa; en el departamento Presidencia de la Plaza, en Chaco; y en la zona de El Renacido, en la localidad de Victoria, Entre Ríos.

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Los incendios en la primera parte de 2023 parecen completar un ciclo que inició en 2020 y todavía no terminó, aunque ya no es tan agudo como en años anteriores.

Los incendios en la primera parte de 2023 parecen completar un ciclo que inició en 2020 y todavía no terminó, aunque ya no es tan agudo como en años anteriores.

En la zona del Litoral también se encontraba “contenido” un foco en Corrientes, en el departamento de Ituzaingó, lo que implica que el incendio “mantiene su actividad, pero por los trabajos realizados se detuvo el avance del fuego”, según precisó el SNMF.

En tanto, en Catamarca permanecían “controlados” tres focos en Andalgalá, Tinogasta y en San Fernando del Valle de Catamarca, en Cancha de San Lorenzo; mientras que también en la ciudad capital estaban “contenidas” las llamas en las inmediaciones de El Voto y Gobernador Gutiérrez, y se extinguieron las de Bella Vista y El Cascanueces.

En la provincia de Buenos Aires continuaban “controlados” los focos de la Reserva Natural Punta Lara y el de Campana, por lo que se considera que “no hay posibilidad de rebrotes”.

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Por su parte, desde la Dirección de Recursos Forestales de Corrientes alertaron a principios de esta semana sobre los “valores alarmantes” por peligro de incendios en once zonas de esa provincia. De acuerdo a los datos, las localidades que registran un valor extremo son Monte Caseros, Mercedes, Esquina y la ciudad capital.

Bajante persistente

Si bien los valores extremos de bajante del Paraná parecen haber quedado en el pasado, el río todavía no recuperó sus niveles promedio y, al menos hasta el mes de octubre, no se esperan mejorías, sino todo lo contrario. Así lo señalan los últimos reportes del Instituto Nacional del Agua (INA), que todas las semanas actualiza informes sobre el estado de la cuenca y plantea escenarios para los próximos meses.

Para ese organismo, la falta de lluvias sobre una cuenca largamente afectada por la sequía vuelve a determinar niveles oscilantes, mayormente por debajo del nivel de aguas bajas. En el tramo del Paraná comprendido entre La Paz y Santa Fe, los niveles hidrométricos se observaron en descenso, posicionándose actualmente en aguas bajas. En Rosario, lo mismo.

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Los humedales del Delta del Paraná son unos de los más afectados por los incendios forestales desde que comenzó la bajante del río, entre 2019 y 2020.

Los humedales del Delta del Paraná son unos de los más afectados por los incendios forestales desde que comenzó la bajante del río, entre 2019 y 2020.

“Las lluvias sobre las zonas de aporte resultaron escasas o nulas y la región continúa en una condición deficitaria predominante. A la fecha del informe (13/08) se encontraban en aguas bajas los niveles en casi todo el tramo hasta la cabecera del Delta”, explicaron desde el INA.

Desde el organismo estimaron que, en el puerto rosarino, el promedio del nivel del río para agosto estará aproximadamente 1,20 metros por debajo del nivel promedio desde 1998, pero 0,62 metros por encima del promedio mensual de agosto del año pasado.