A un año del comienzo de la invasión en Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin viajó a Mariúpol, la ciudad portuaria que está tomada desde mayo del 2022, según informó este domingo el servicio de prensa del Kremlin.
Poco le importó que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de detención en su contra por crímenes de guerra. Fue así que Putin arribó en helicóptero a la ciudad que se ubica al sur de la región de Donetsk, zona que el año pasado fue una de las más devastadas por los bombardeos.
Durante la corta estadía, recorrió en un automóvil que condujo él mismo varios barrios de la ciudad, acompañado por el viceprimer ministro Marat Jusnulin, que le informó de la marcha de los trabajos de construcción y reconstrucción de Mariúpol y sus alrededores.
Luego trascendió que el líder del Kremlin se reunió en Rostov del Don, en el sur de Rusia, con el mando de la campaña militar en Ucrania. “El jefe del Estado escuchó los partes del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armada de Rusia, Valeri Guerásimov, y de otros jefe militares”, indicó la nota de prensa.
Durante la toma de Mariúpol la comunidad internacional comenzó a saber el horror de la deportación forzosa de niños que emprendió Moscú. Por esos crímenes de guerra, el viernes pasado, la Corte Penal Internacional ordenó el arresto de Putin, en un hecho inédito.
Por su parte, las autoridades ucranianas de Mariúpol denunciaron el viaje: “El criminal internacional Putin visitó la Mariúpol ocupada, de noche probablemente para no ver a la luz del día la ciudad, asesinada por su ‘liberación’”.
”Como corresponde a un ladrón, Putin visitó la ciudad ucraniana de Mariúpol encubierto en la nocturnidad”, se descargó el Ministerio de Defensa.
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