El escalofriante crimen ocurrido en Nueva York
Damien Hurstel, un joven de 19 años, confesó haber apuñalado y decapitado al novio de su madre, Anthony Casalaspro, con la ayuda de un cuchillo y una sierra. Según el informe policial, el cuerpo de Casalaspro fue hallado dentro de la ducha, con una cuchara clavada en su cráneo y un cucharón sopero sobre el torso. El crimen desató una investigación que reveló detalles más macabros, como el hecho de que Hurstel extrajo el cerebro de la víctima con una cuchara y lo colocó en la licuadora.
El joven, tras ser arrestado, explicó a la policía que su intención era deshacerse del cuerpo cortándolo en partes y triturando los restos, comenzando por el cerebro. Las autoridades se encuentran trabajando para determinar si Hurstel actuó solo o si su comportamiento está relacionado con una alteración mental.
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Según los informes, el joven ya tenía antecedentes psiquiátricos que comenzaron en su adolescencia. A los 13 años, comenzó a sufrir alucinaciones y a tomar medicación antipsicótica, bajo la supervisión de su madre, Alicia Zayas.
Sin embargo, cuando cumplió 18 años, perdió el acceso a su información médica, y su madre no fue notificada de cambios en su tratamiento, lo que podría haber contribuido al deterioro de su estado mental.
Crimen Nueva York
Damien Hurstel fue detenido por el crimen de Anthony Casalaspro, trabajador de saneamiento en la ciudad de Nueva York.
Los antecedentes psiquiátricos de Hurstel
Hurstel fue trasladado a la cárcel de Rikers Island, donde enfrenta cargos de homicidio en segundo grado, homicidio involuntario y tenencia de armas. Su abogado defensor, Mark Fonte, afirmó que Hurstel tenía dificultades para distinguir entre la realidad y la fantasía, lo que dejó en claro que el joven no estaba completamente consciente de lo que había ocurrido. Según el abogado, Hurstel dudaba incluso de si había participado en una pelea en el hospital, lo que podría indicar una severa alteración de su percepción de la realidad.
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El día del crimen, el 6 de octubre, la policía respondió a una llamada al 911, donde se alertaba sobre un posible asesinato en la casa de Hurstel. Al llegar, encontraron el cuerpo de Casalaspro sin vida en la bañera.
La hermana menor de Hurstel, de 16 años, fue quien descubrió la escena sangrienta. Aterrada, le preguntó a su hermano si pensaba lastimar a su madre. Hurstel respondió afirmativamente, pero la joven logró escapar y avisar a su madre, quien al regresar encontró la terrible escena.
