De acuerdo a expertos, sí, es posible mejorar el sentido del gusto, aunque depende de la causa que lo esté afectando. Aquí te explicamos qué se puede hacer y cuándo es necesario acudir al especialista.
Qué factores influyen en el gusto:
El sentido del gusto no depende únicamente de las papilas gustativas, sino también del olfato, de la cantidad de saliva y de la salud bucal general. Si el olfato está dañado —como sucede tras una infección o por congestión nasal— el gusto se verá reducido aunque las papilas estén intactas.
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Prácticas recomendadas para estimular el sentido del gusto:
- Mantené una buena higiene bucal: cepillá dientes, lengua y encías, y mantené una buena hidratación.
- Evitá el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, ya que ambos dañan las papilas gustativas y la mucosa.
- Despertá tu paladar jugando con sabores intensos: alimentos ácidos, picantes o bien sazonados ayudan a activar la percepción gustativa.
- Entrená el olfato: como el gusto depende mucho de los aromas, realizar ejercicios olfativos (como oler distintos aceites esenciales o alimentos) puede mejorar la sensibilidad del gusto.
sonrisa hilo dental
Mantener higiene y salud oral, evitar el tabaco y variar sabores ayuda a “entrenar” el gusto.
Cuándo consultar a un especialista:
De esta manera, se puede afirmar que sí, mejorar el sentido del gusto es posible a través de hábitos saludables, activación de los sentidos y cuidado bucal. No obstante, hay momentos en los que un especialista debe intervenir.
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Si la reducción del gusto es súbita, severa o viene acompañada de otros síntomas (como pérdida de olfato, cambios en la lengua, dolor persistente o fiebre), es recomendable consultar con un otorrinolaringólogo o un profesional de la salud. Puede tratarse de un problema más serio que requiere intervención.