Con la llegada del verano, muchas plantas sufren las consecuencias del sol directo y las altas temperaturas. Hojas quemadas, flores secas y crecimiento detenido son problemas habituales. Sin embargo, existe una especie que no solo tolera el calor extremo, sino que crece mejor cuanto más sol recibe: la lantana.
Colorida, resistente y muy rendidora, es una de las favoritas para exteriores castigados por el sol.
La lantana, la reina del sol pleno
La lantana es una planta ornamental que se adapta sin problemas a:
Sol directo todo el día.
Altas temperaturas.
Falta ocasional de riego.
Ambientes secos.
A diferencia de otras especies, no se quema, no amarillea y mantiene sus flores incluso en olas de calor.
La lantana explota de flores en verano. Sus tonos amarillos, naranjas, rosas y violetas atraen mariposas y abejas, aportando vida y color al espacio. Además, florece durante meses sin exigir fertilizantes constantes.