Con la llegada de noviembre, muchas personas buscan renovar la energía de sus hogares y cerrar el año con prosperidad. Según elFeng Shui, una filosofía milenaria de origen oriental, existe un ritual muy simple que puede ayudar a atraer dinero, buena suerte y armonía familiar.
Este método ancestral se basa en colocar un vaso con agua y sal en un punto específico de la casa. La sal actúa como purificadora natural, capaz de absorber las energías negativas, mientras que el agua representa el movimiento y la abundancia. Juntas, crean una especie de “remedio energético” que limpia el ambiente y favorece la llegada de la prosperidad.
Los expertos en Feng Shui recomiendan ubicar el vaso en la esquina de la riqueza del hogar, que suele encontrarse en el sector suroeste o al fondo a la izquierda al ingresar por la puerta principal. También puede colocarse sobre una repisa o estante alto, siempre en un lugar visible y ventilado, evitando rincones cerrados o sin circulación de aire, como armarios o baños.
Ese punto del hogar está vinculado con la energía del dinero y la estabilidad económica, por lo que conviene mantenerlo siempre limpio, ordenado y libre de objetos rotos o polvorientos.
En el Feng Shui, la sal purifica y el agua canaliza la abundancia..
En el Feng Shui, la sal purifica y el agua canaliza la abundancia..
Cómo preparar el ritual paso a paso
Para realizar este ritual de prosperidad, se necesita:
Un vaso o frasco de vidrio transparente.
Sal gruesa o marina, llenando tres cuartas partes del recipiente.
Agua natural hasta completar el vaso.
El vaso debe permanecer destapado y en reposo. Si con el paso de los días la sal cristaliza o el agua se evapora, es señal de que absorbió energía negativa; en ese caso, se recomienda reemplazar la mezcla por una nueva.
Cuándo hacerlo y cómo potenciar sus efectos en noviembre
Según el Feng Shui, el 1 de noviembre o el primer domingo del mes es el momento ideal para realizar este ritual, ya que la energía de renovación y cambio se encuentra más activa.
Para potenciar su efecto, puede complementarse con plantas verdes saludables, monedas chinas o una lámpara encendida en el mismo sector del hogar.
Más allá de las creencias, este sencillo gesto simboliza una intención: limpiar lo viejo, abrir paso a lo nuevo y atraer bienestar. El Feng Shui enseña que el orden, la limpieza y los pequeños rituales conscientes pueden transformar la energía del hogar y del año que comienza.