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Sauce Viejo | Crimen | Homicidios

El crimen de Carina y Sergio en Sauce Viejo: impune, dormido en la Justicia y con un asesino suelto

Sus cuerpos fueron encontrados a un costado de una pileta con múltiples balazos. A más de siete años del doble homicidio, un amigo personal de una de las víctimas reclamó por el esclarecimiento del caso.

Cuando los peritos de la vieja Policía Científica e investigadores del área de homicidios ingresaron a la casa de Sergio Roskopf y Carina Michelín, en la localidad de Sauce Viejo, se encontraron con los cuerpos de los dueños de casa tirados en el jardín, muy próximos a la pileta. La mujer estaba sobre su esposo y ambos arriba de un cable de electricidad. Los cadáveres se visibilizaban desde afuera ya que el pequeño cerco de ladrillos que separaba la propiedad de la calle era muy bajo.

En principio, los investigadores pensaron que el deceso de la pareja fue producto de una descarga eléctrica, sin embargo, los trabajos de pericia en el lugar, sobre todo balístico, desecharon por completo esa primera hipótesis. Roskopf y Michelin habían sido acribillados a balazos.

El hombre, que por aquel entonces tenía 42 años, presentaba dos disparos de arma de fuego: uno en la sien y otro en la zona lumbar. Mientras que Michelin, de 38, fue quien recibió la mayor descarga de plomo. Cuatro disparos repartidos entre la axila, la espalda y las piernas pusieron fin a la mujer, que al igual que su marido, era oriunda de la provincia de Entre Ríos.

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La casa donde sucedió el brutal asesinato.

La casa donde sucedió el brutal asesinato.

Si bien los dos se habían radicado en esa casa de Uriburu y Pasaje de la Plaza de Sauce Viejo, sus profesiones seguían del otro lado del Río Paraná. En el caso de Carina, la mujer ejercía el derecho previsional, luego de haber egresado de la Universidad Católica de Santa Fe. En cuanto a Sergio, el mismo tenía un puesto en una empresa de alimentos de la localidad de Crespo.

Ninguna de sus profesiones estaba ligada al mundo delictivo. Ni Carina ni Sergio tenían antecedentes penales. Tampoco enemistadas manifiestas que hayan sido expuestas ante vecinos, amigos o familiares. Era un matrimonio, típico, sin hijos, que había elegido aquella casa para vivir en tranquilidad. ¿Qué los pudo llevar a terminar así?, es el enigma que aún persiste en Sauce Viejo y en el propio entorno de la pareja.

El doble crimen ocurrió el 29 de marzo del 2014, a pocos más de un mes de que el nuevo sistema procesal de Justicia, en el que los fiscales pasaron a ser los actores principales de una investigación, entró en vigencia en la provincia. Desde ese entonces, hasta la fecha, el legajo judicial, que fue iniciado por el fiscal Jorge Nessier, reposa en una estantería de la Unidad Especial de Homicidios de Santa Fe sin ningún tipo de avance. Con él o los autores del hecho en estado de libertad. Caminando por Sauce, por Santa Fe o por cualquier lugar. Con total impunidad.

Los supuestos y el arma

Apenas sucedido el hallazgo de los cuerpos, una de las versiones que circuló era de que todo se trataba de un femicidio seguido de suicidio. Pero tras una serie de relevamientos dentro del hogar, los investigadores sospecharon que el ataque había sido protagonizado por sicarios por lo que descartaron la hipótesis del robo seguido de muerte.

Es que dentro de la propiedad, los bienes del matrimonio quedaron intactos. Electrodomésticos, dinero y otras pertenencias no presentaban signos de haber sido removidos. De hecho, según trascendió en su momento, dentro del baño de la casa, los investigados encontraron ropa de Carina lista para ser utilizada después de un baño.

Otro dato que circuló en su momento, era que Sergio se había comprado un arma de fuego ante una serie de hechos delictivos que había sufrido en su vivienda tiempo atrás. De igual manera, dicha arma de fuego jamás fue encontrada por los investigadores pese a que se desplegaron una serie de procedimientos ejecutados por la entonces División de Homicidios de la Unidad Regional I, organismo policial que luego quedó bajo la órbita de la Policía de Investigaciones y actualmente forma parte de la Agencia de Investigación Criminal.

Manos en la ventana

El dato de los problemas interpersonales que habría tenido la pareja con algunas personas volvió a reflotarse nuevamente el pasado martes 4 de abril, cuando el amigo de Carina, el abogado Milton Urrutia, de la ciudad de Paraná, explicó que la pareja vivió una serie de hechos sospechosos durante los días previos a la su muerte.

“El jueves, previo a su deceso, ella nos contó en el palacio de tribunales (de Paraná) que hacía un tiempo atrás, venía sufriendo intromisiones en su casa por parte de gente que ellos no podían determinar quiénes eran que ingresaban en la madrugada y dejaban marcas de manos en los vidrios de los autos ”, recordó Urrutia en una entrevista realizada en el programa Será Justicia que conducen Ignacio Mendoza y Andrea Viñuela. “Esto la había alterado mucho a ella en su psiquis. Estaba muy alterada. Ella dijo: ´esta noche o mañana van a volver a ir y nosotros les tendimos una trampa, los vamos atrapar´”, agregó el amigo de Carina.

Ingresaban en la madrugada y dejaban marcas de manos en los vidrios de los autos Ingresaban en la madrugada y dejaban marcas de manos en los vidrios de los autos

El letrado señaló además que la mujer le contó que creía que eran niños o adolescentes quienes ingresaban al domicilio de manera ilegal. Por esa razón, Sergio había presuntamente colocado una linga para evitar la entrada de personas ajenas a la casa.

Sobre el cruento episodio, Urrutia hizo hincapié en que los autores del doble crimen no mataron con el fin de robar pertenencias. “No entraron a robar, porque adentro, según me contó el hermano de Carina, había dinero”, explicó.

“Fue una investigación deficiente, lamentable actuación de quienes llevaron adelante la pesquisa”, concluyó el amigo íntimo y de toda la vida de Carina Michelin.

Entrevista - Milton Urrutia