Producto de la sequía histórica que azota a la Argentina, las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario marcan que se realizarán 1.700.00 viajes menos con relación al transporte de granos durante la cosecha 22/23. Esto encendió las alertas de las asociaciones de transporte de carga que afrontan, además de las dificultades económicas por los costos de la actividad (cubiertas y combustibles, entre otros), una disminución severa posibilidades de trabajo. "Van a haber muchos despidos, va a quedar mucha gente en la calle", afirmó Hugo Bauza de la Asociación de Transporte de Carga de Santa Fe (AAUCAR).
Según el estudio realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario, son 6,4 millones de hectáreas que no serán cosechadas que implican menos contratación de servicios, menos demanda de insumos y menos trabajo en general. Así también, las 49,5 millones de toneladas perdidas que representan más de 1.700.000 viajes en camión que no van a realizarse. Como consecuencia, habrá una serie de servicios conexos a la producción agropecuaria que sufrirán el embate de la sequía, redundando en menos consumo y menos inversión.
Describiendo la situación, Hugo Bauzá explicó que todos están con deudas “porque no podés cerrar, tenés que pagar sueldos, cargas sociales y tratar de tener las unidades en movimiento, eso hace que muchos transportistas busquen otros tipos de carga, generando problemas en otros sectores también”.
Coincidiendo con su par, Mario Ramello, gerente de la Asociación Argentina de Transportadores de Hacienda (AATH), resaltó la urgencia del acompañamiento del Estado ante la situación que viven. "Aproximadamente un 70% de los transportistas tiene no menos de tres unidades, que generalmente la manejan familiares, si no tienen ingresos, esos transportistas no van a comprar combustible, no se van a arreglar la unidades, no se van a comprar cubiertas, por lo tanto, toda la economía se ve afectada”, detalló.
Desde ambas instituciones, contaron que muchos transportistas empezaron a para sus camiones porque no pueden afrontar los costos. Inclusive, "algunos de los que paran sus propios camiones se ofrecen como choferes". Ante estos hechos, no descartan que algunos autoconvocados comiencen a cortar rutas en los próximos días.
La necesidad de la emergencia del transporte por la sequía
La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) solicitó a nivel nacional la incorporación de la emergencia en el transporte, mientras que a nivel provincial las cámaras de transporte de carga se reunieron con senadores para apoyar el proyecto de emergencia generado en la Cámara alta santafesina.
En dicho proyecto de ley se establecen beneficios impositivos por el plazo que dure la ley (12 meses prorrogables) en Ingresos Brutos, Patente Única sobre Vehículos, exención del pago de impuesto de Sellos correspondiente a los actos, contratos y operaciones; y la obtención de subsidios y aportes no reintegrables con el fin de solventar el mantenimiento o gastos de funcionamiento de las unidades de carga.
El proyecto también detalla en su articulado la generación de créditos a tasas subsidiadas para recambio de cubiertas, reparación de vehículos y equipos, inversiones de capital fijo y de trabajo, entre otros.
Desesperada competencia
Ante la falta de transportes y las necesidades de los transportistas, desde AATH y AAUCAR comentaron que existe un abuso en cuanto a las disminuciones en las tarifas del servicio. Mario Ramello detalló que, a la tarifa sugerida desde la federación, hoy el transportista está un 20% abajo del costo. En el caso del transporte de cereales, se está trabajando entre un 60 y un 65% por debajo de la tarifa. “Con suerte llegas a pagar el combustible”, señala.
Con una misma mirada, Hugo Bauza destacó que ante la desesperante situación que se vive, el transportista rebaja el costo porque sabe que el productor tiene mucha oferta y aprovecha para conseguir el menor costo. “Si quiero cobrar 10, pero me dice que lo consigue por 8, obligadamente el transportista baja su precio”.
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