El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las proyecciones de crecimiento económico para la Argentina en 2023, al estimar ahora que el país tendrá un magro avance durante este año de solo el 0,2% del PBI, cuando en octubre último anticipaba una recuperación de 2%, en un contexto de desaceleración económica mundial.
A la vez, el organismo monetario elevó las proyecciones de inflación del 60 al 88% para este año, en línea con las modificaciones realizadas en la cuarta revisión del programa argentino con el Fondo, que se aprobó hace 10 días y permitió un desembolso de US$ 5.400 millones.
LEER MÁS► A pedido del Gobierno: FMI recortó metas de reservas, pero advirtió sobre el déficit y la inflación
Estos cambios para la economía argentina están íntimamente relacionados con el impacto de la sequía y en el contexto de desaceleración mundial, y fueron reflejados hoy en el nuevo World Economic Outlook, la publicación semestral del Fondo, que fue titulada "A rocky recovery" ( una recuperación de roca), precisamente por la dificultad de las economías de salir del contexto adverso, señaló la agencia Télam.
Las estimaciones van en línea con los recientes pronósticos similares del Banco Mundial, que la semana pasada divulgó sus estimaciones y proyectó que la Argentina no crecería durante el 2023.
El pronóstico del FMI espera que "las economías avanzadas vean una desaceleración del crecimiento especialmente pronunciada, 2,7% en 2022 a 1,3% en 2023", resaltó la agencia Télam.
LEER MÁS► Más trabas al dólar: que es el “contado con liqui”, a cuánto cotiza y por qué hay nuevas medidas
Pronóstico reservado con un camino turbulento
Según los analistas del FMI, la economía mundial se encuentra una vez más en un momento de gran incertidumbre, con los efectos acumulativos de los últimos tres años de shocks adversos, en particular, la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania “manifestándose de formas imprevistas, estimulado por demanda reprimida, y persistentes interrupciones en el suministro", resumieron, en el comienzo de la presentación.
A su vez, a raíz de los coletazos derivados del sector financiero, que aún transitan momentos de turbulencias, prevén que podría complicarse aún más el rumbo económico de las principales potencias del mundo.
Según las proyecciones del Fondo, durante el 2023 el crecimiento global será del 2,8%, el más débil desde la recesión mundial de 2001, salvo la crisis inicial de Covid-19 en 2020 y durante la crisis financiera mundial de 2009.
Con los precios de las materias primas al aza, la inflación alcanzó máximos en muchas economías durante el año pasado, esto hizo que los bancos endurezcan agresivamente sus políticas monetarias, para coordinar los precios hacia sus metas y mantener ancladas las expectativas de inflación, con consecuencias negativas que aún se resentirán en la economía mundial, anticiparon.
Te puede interesar