La espera por Lionel Messi en el aeropuerto de Sauce Viejo estuvo cargada de emoción, ilusión y sacrificios personales. Entre los fanáticos que se acercaron para intentar ver al capitán de la Selección Argentina estuvo Maximiliano, un santafesino quien llegó acompañado por su hijo y con una decisión tomada: el trabajo podía esperar.
“Vine con mi hijo a verlo a Messi, también vine a verlo yo, obvio”, contó Maxi en diálogo con AIRE de Santa Fe. La noticia de la llegada del rosarino lo tomó en plena jornada laboral. “Ayer, trabajando, mi hijo me manda un mensaje y me dice: ‘mañana viene Messi acá a Sauce Viejo’. Y dije: es imposible… pero hay que ir sí o sí”, relató entre risas.
La pasión por Messi le ganó a la rutina. Aunque su horario laboral comienza bien temprano, Maximiliano fue claro sobre cómo se organizó: “Que me esperen, mi patrón. Rafita, esperame que ya voy”. Lejos de un reto, el hincha encontró comprensión del otro lado. “Siempre me dice que el día es largo para trabajar, que me espere”, explicó, destacando la buena onda de su jefe, pese a que “cero fútbol, cero fútbol”.
La posibilidad de que Lionel Messi demorara su llegada no le cambió el ánimo. “Nunca lo vi, jamás. Es la primera vez y es un sueño que se va a cumplir hoy”, dijo, visiblemente emocionado. Pero más allá del ídolo, Maxi remarcó lo que significaba vivir ese momento con su hijo: “Es lo más lindo que hay, lo más lindo”.