Con yogur y queso descremado, esta versión se impone como la favorita para combatir el calor y disfrutar sin culpas.
El vitel toné es un clásico en las mesas de Navidad.
El vitel toné es un clásico indiscutido de la Navidad, pero este año la tendencia es clara: cada vez más familias eligen una versión más liviana y fresca para enfrentar las altas temperaturas y dejar atrás las comidas pesadas.
La clave de esta nueva receta está en la salsa. En vez de la tradicional mezcla de mayonesa y crema, la propuesta es reemplazarla por una base de yogur natural, queso crema descremado o ricota suave, combinados con atún, alcaparras y un toque de limón. El resultado es una salsa mucho más suave, menos grasa y con un sabor fresco que conquista a todos.
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Otra de las novedades que suma puntos es la forma de presentación. En lugar de las porciones abundantes, el vitel toné liviano se sirve en láminas finas de carne, acompañado de hojas verdes, tomates cherry o rodajas de pepino. Así, el plato no solo es más liviano, sino que también luce mucho más atractivo en la mesa de Nochebuena.
La tendencia también llegó a la elección de la carne. Muchas recetas reemplazan el peceto tradicional por cortes más magros, como pollo hervido o lomo de cerdo bien desgrasado. De esta manera, se logra un plato más liviano, sin resignar sabor ni el espíritu del clásico.
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Así, el vitel toné se adapta a los nuevos tiempos: más fresco, moderno y equilibrado, ideal para disfrutar de un clásico navideño sin culpas y con mucho sabor. Una opción perfecta para quienes buscan cuidarse y, al mismo tiempo, mantener la tradición en estas Fiestas.
