Una garza mora "vigila" el humedal desde una pequeña isla de la laguna Nievas en Cayastá.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
El recorrido comienza en la playa del camping Punta Arena en Cayastá, unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe. Los kayaks de Pacará Ecoaventura están apoyados sobre la costa. Las condiciones son ideales: la laguna Nievas está planchada, el agua templada y casi no hay viento.
Virginia Di Filippo, que organiza los circuitos de kayak junto a su hermana Amalia, controla que todos tengan puesto el chaleco salvavidas y enseguida propone: “Vamos a remar despacio, como acariciando el agua”. Después, explica cómo hay que tomar el remo, acomodar al cuerpo y subirse al kayak sin hacer papelones. De la excursión también participan Silvia Narvaez, profesora de geografía, y Maru Savoye, que trabaja en la Comuna de Santa Rosa de Calchines. Las dos reman juntas en un kayak doble.
Los primeros metros son un placer. El kayak se desliza sin resistencia por la laguna. Fluye. Es una velocidad perfecta para integrarse a este paisaje de arroyos y bañados, mirar volar las garzas y jacanas, tocar las alfombras de camalotes y repollitos de agua -entre muchas otras plantas acuáticas- que están llenas de flores.
Virginia, que guía el kayak en el que también rema AIRE, es una gran anfitriona del humedal. Hace años que rema en este laberinto de lagunas y riachos, conoce cada rincón y sabe cuando hay un cambio en la matrix. “El paisaje se transforma todo el tiempo. Aparecen islas, se taponan arroyos con vegetación y otros se abren y podemos entrar”, cuenta.
Se emociona con las escenas de flora y fauna que revela cada recorrido. "Se me pone la piel de gallina", dice; una y otra vez. En la primavera, las flores, el verde y el ingreso de agua en la cuenca son protagonistas. En marzo, en la transición entre el verano y el otoño, la laguna se llena de irupés y todo el humedal se perfuma. “Siempre llevamos a los turistas -cuenta- a ver los huevos que las jacanas dejan en los irupés”.
Amalia se acerca con su kayak y recuerda cómo comenzaron esta aventura. En el 2016, las dos hermanas hicieron un curso de guías de kayaks en Rosario y se asociaron con su primo, Luis Bonazza, para sumar estos recorridos a la oferta turística de Pacará Ecoaventura, que ofrece bautismos de vuelo en paramotor.
Con varios años de experiencia, ahora tienen la flexibilidad de poder adaptar los circuitos a lo que quiere hacer cada turista. Hay gente que tiene experiencia y quiere pasar todo el día en el río. Y otros que prefieren aprender lo básico y dar una vuelta corta. Lo único que hay que traer es agua, protector solar y algún calzado adecuado para estar en el agua (unas crocs, por ejemplo).
Después de remar una hora, los kayaks se detienen en la desembocadura de la laguna en el río San Javier. Es un lugar con un largo horizonte hacia el este y el oeste, en el que se puede mirar tanto el amanecer como el atardecer. “Siempre traemos a los turistas para que vean la puesta del sol”, dice Virginia.
El circuito sigue por el arroyo Los Zorros, del otro lado de la isla está el río San Javier y los barrios que están al norte de Cayastá. Se rema al lado de la costa, para mirar la trama que tejen los árboles y enredaderas del bosque ribereño: el timbó, el curupí, el laurel del río y el sangre de drago.
Se rema más lento y se aprovecha la sombra para descansar, sacar fotos y recordar historias muy cerca del lugar en el que hace casi 450 años se fundó la ciudad de Santa Fe. Hay varios árboles tumbados sobre el arroyo. La erosión se comió la orilla y dejó las raíces en el aire. Son otro ejemplo del ciclo de eterna transformación que rige en la cuenca del río Paraná.
Hacia la izquierda se abre un pequeño arroyo que permite regresar al río San Javier y a la laguna Nievas. Se vuelve pegado a la costa y para el final queda una última escena de fauna: una garza mora que vigila desde un pequeño islote y que levanta vuelo cuando se acercan los kayaks.
Es el epílogo de una hermosa oportunidad para explorar, al ritmo del humedal, un paisaje que está en el ADN de todos los santafesinos.
Nota de redacción: Para contactar a Virginia o Amalia y organizar una excursión o paseo en kayak hay que enviarles un mensaje directo al Instagram de Pacará Ecoaventuras.
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