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Actualidad mujeres | sexo | sexualidad

Sexo, mentiras y cosas de las que nadie nos explicó nada

En el Día de la Mujer, la Pechu derriba algunos mitos sobre sexualidad femenina con la honestidad brutal que la caracteriza. Para imprimir y pegar en la puerta de la heladera.

Cuando hablamos de sexo, nos metemos en un mundo maravilloso de mentiras, miedos, mitos, tabúes, creencias limitantes, y un sinfín de cuestiones que hacen mucho más interesante, atractiva y misteriosa toda la cuestión. Más aún cuando nos adentramos en la sexualidad FEMENINA.

No importa la cantidad de años de trayectoria que tiene la humanidad toda, cuando hablamos de sexo una neblina espesa y misteriosa recorre el espacio y parece que nada puede disiparla. Hay que tomar el toro por las astas, la vaca por la cola y poner manos en el asunto porque necesitamos DERRIBAR MITOS.

Empecemos por el principio: EL HIMEN

En nuestra vagina se encuentra el Himen,­ considerado una especie de muro protector que separa nuestro cuerpo virginal y angelado, de una vida licenciosa y sin moral. El hombre, con su fornido glande embiste contra el himen y lo destruye, derribando nuestra virginidad y volviéndonos MUJERES. Bueno, MENTIRA. El himen, en realidad, es una fina membrana que cierra el orificio superficial de la vagina y que presenta cierta abertura para permitir paso a la menstruación o que permite, por ejemplo, el uso de tampones. Por lo tanto, es un orificio que se agranda. Sin embargo, el himen puede romperse antes; en accidentes, con la masturbación, etc.

Hay mujeres que nacen sin él. Y a otras no se les rompe en la primera relación sexual sino en las siguientes, o sencillamente no se les rompe Así que, si entendías que el himen era algo así como el sello de garantía de la virginidad, tengo que comunicarte que esto es FALSO.

Las mujeres necesitan penetración sí o sí para alcanzar el orgasmo

La realidad es que se puede alcanzar el orgasmo femenino de varias formas. No es imprescindible la penetración, ni un pene grande. (Si hacés silencio creo que podés escuchar el corazón de varios con un pito enorme rompiéndose en mil pedazos).

De hecho, el 70% de las mujeres experimenta el orgasmo sin la necesidad de penetración y es más fácil de alcanzar estimulando directamente el clítoris gracias a sus más de 8.000 terminaciones nerviosas, e incluso estimulando la mente a través de fantasías y relatos. Así que tener un Coloso de Rodas de cuerpos cavernosos no significa nada para el orgasmo. Otra sentencia del ideario popular que es FALSA.

Las mujeres no se masturban

Hace apenas unos años, una ínfima cantidad de mujeres era capaz de contar o admitir en público que se masturbaba. La moral cristiana, el desconocimiento y la vergüenza, nos empujaban a mantener en secreto que de vez en cuando poníamos a cantar a la rana.

Según una encuesta realizada por el Instituto Kinsey, más de dos tercios de las mujeres lo hacen de manera regular, o al menos, confiesan hacerlo, lo que lleva a pensar que probablemente el número sea aún mayor. Lo que también indican dichos mismos datos es que, a partir de los 40, la frecuencia de la autosatisfacción comienza a descender y si a los 20 años, el 80% de las chicas afirman masturbarse, tan sólo el 46,4% de mujeres lo hace pasados los 70.

Definitivamente, los tiempos han cambiado y la masturbación femenina está tomando su lugar como una herramienta clave, no solo para la autosatisfacción sino también para el autoconocimiento. Las mujeres tenemos el control, literalmente, en nuestras manos. Otro enunciado común pero FALSO.

Las mujeres necesitan sentir una conexión emocional para tener sexo

Aunque, por lo general, las relaciones en las que se compaginan lo emocional con lo físico son las más satisfactorias, las mujeres pueden tener relaciones de una sola noche sin ningún problema, algo que, de hecho, ocurre cada vez más frecuencia. Las convenciones sociales han exigido durante siglos a la mujer no dar rienda suelta a su deseo sexual si no es a través de una relación formal pero eso es algo que claramente, está cambiando. Ya no necesitamos la cita, ni el compromiso, ni la propuesta de matrimonio para subirnos al caballo del deseo y montarlo.

Culturalmente, la mujer siempre ha estado condicionada por la iniciativa del varón, teniendo que asumir una actitud pasiva y complaciente, que hoy, les cuesta más a ellos que a nosotras. Muchachos, es hora de entender que vinimos a cambiar el mundo para todos y por todos lados. Bueno, lamento decepcionarlos pero este enunciado también es FALSO.

La post-menopausia genera bajo deseo sexual

En esta etapa se puede disfrutar perfectamente del sexo y llegar al orgasmo satisfactoriamente. Generalmente sólo aumenta el período de meseta hasta llegar al orgasmo. Así que ya saben, mujeres, se puede disfrutar plenamente en cualquier etapa de nuestra vida, respetando nuestros tiempos y nuestras necesidades. Si te dicen esto también es FALSO.

No se puede mantener relaciones sexuales cuando se tiene la menstruación

Y el último gran mito está relacionado con mantener relaciones sexuales cuando se tiene la menstruación. Una decisión muy personal, ya sea por una cuestión de higiene o por el malestar ligado a estos días. No está contraindicado, no produce infecciones, muy por el contrario, puede ayudar a calmar los dolores gracias a las hormonas que se liberan durante el sexo y los orgasmos.

Así que, ya saben: no hay mujeres frígidas, los hombres no siempre quieren sexo y tampoco es verdad que los hombres siempre tienen más ganas que nosotras. No se necesita un pene gigante, no hace falta penetración para tener relaciones sexuales, ni tampoco necesitamos llegar juntos al orgasmo... y podría seguir con estas afirmaciones erróneas un buen rato.

Gracias a la educación sexual, y a que cada vez hay menos prejuicios, las mujeres se masturban, conocen su cuerpo y se permiten autosatisfacerse sin culpa. Estamos luchando para poder disfrutar nuestra sexualidad, a cualquier edad, con cualquier tipo de orientación sexual, con cualquier tipo de cuerpo, pero sobre todo, con muchas ganas.

La sexualidad plena depende de la coherencia que hay entre lo que yo quiero para mi sexualidad y la realidad sexual que tengo, siempre con respeto hacia mí y hacia el otro. Depende del autoconocimiento y de la comunicación, depende de nuestras ganas de explorar y también depende de que derribemos mitos y barreras para saber lo justo y necesario.

Será tarea de todas, todos y todes, cambiar las reglas del juego para que podamos disfrutarlo.

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