En un video que se viralizó en redes sociales, Samira dijo: “Me obligaron a mentir. Mi papá no abusó de mí. Necesito que alguien me escuche y lo liberen”.
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Según su testimonio, su madre ejerció violencia física, verbal y psicológica durante toda su infancia. También afirma que la instruyó para culpar a su padre y que la obligó a ocultar los golpes bajo una campera el día de la entrevista judicial.
El caso de Fabián Rabi y el pedido de revisión ante la Corte Suprema
Tras la declaración de Samira, su padre quedó detenido y la sentencia fue ratificada en todas las instancias. Actualmente se encuentra alojado en la Brigada de Tucumán Capital, sin traslado a un penal por falta de cupos.
Samira dice que nadie advirtió las lesiones que llevaba cuando declaró y que durante años vivió bajo amenazas. En diálogo con Crónica contó: “Me agarraba de los pelos, me pegaba con un palo de escoba, me tiraba vasos o cuchillos. Ese era el castigo si no decía lo que ella quería”.
A los 15 años, denunció a su madre ante la Policía y mostró lesiones que arrastraba desde hacía tiempo. Su tía materna, Rosa Ramona Ponce, intervino, la cuidó y la reconectó con su familia paterna. Antes de morir, la acompañó en la denuncia y en su decisión de contar lo ocurrido.
Embed - SAMIRA RABI PIDE LA LIBERTAD DE SU PADRE
En 2022, la Justicia le otorgó la tenencia a su abuela paterna. Allí comenzó a reconstruir su vida y a preparar el pedido formal para que el caso sea revisado.
Samira sostiene que la causa judicial la marca hasta hoy y que inició tratamiento psicológico por recomendación profesional. Asegura que debió dejar sus estudios de Derecho para enfocarse en la situación de su padre: “Intentamos de todo, nunca nos escucharon. Nos dicen que sólo la Cámara Penal de Buenos Aires puede revisar el caso”.
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Ahora prepara una presentación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Para ella, es la última oportunidad de que alguien revise lo que pasó aquel día en la Cámara Gesell:
“Por favor, escúchenme. Mi papá es un hombre inocente, no tiene por qué estar cumpliendo una condena por algo que no hizo”.