El arzobispo emérito José María Arancedo permanece internado en estado delicado. La Iglesia renovó el pedido de oración por su recuperación.
Tras su retiro pastoral, Arancedo reside en el Pequeño Cottolengo Don Orione, en Claypole.
El arzobispo emérito de Santa Fe, Monseñor José María Arancedo, continúa internado y su estado es delicado. La Iglesia santafesina volvió a pedir oraciones por su salud, en continuidad con el mensaje difundido días atrás luego de su última intervención quirúrgica.
Arancedo fue operado el 19 de noviembre, tras una complicación estomacal derivada de un procedimiento menor realizado la semana previa. En ese momento el comunicado oficial, firmado por el canciller Cngo. Alexis Louvet en nombre de mons. Sergio Fenoy, informaba que la nueva cirugía se había llevado a cabo con carácter urgente y exhortaba a acompañar al arzobispo emérito a través de la oración.
Hasta el momento, fuentes eclesiásticas confirman que el estado de salud de Arancedo se mantiene frágil. "Sigue estable, esperamos que mejore y pueda salir de terapia. Estamos a la expectativa. No está empeorando ni mejorando", confirmaron.
La Arquidiócesis insiste en la importancia de sostener una “cadena de oración” por su recuperación, gesto muy presente en parroquias, comunidades religiosas y fieles que siguieron de cerca su trayectoria pastoral.
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La trayectoria de mons. Arancedo continúa siendo punto de referencia para comprender su presencia en la vida eclesial. Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana y licenciado en Teología, desarrolló un ministerio episcopal de más de tres décadas. Fue obispo auxiliar de Lomas de Zamora, obispo de Mar del Plata y, desde 2003 hasta 2018, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz.
A nivel nacional, ocupó cargos centrales en la Conferencia Episcopal Argentina, incluido el de presidente del organismo entre 2011 y 2017, sucediendo al entonces cardenal Jorge Bergoglio. Su conducción coincidió con años particularmente intensos para la Iglesia en el país, donde su formación jurídica y su estilo pastoral adquirieron una relevancia distintiva.
Tras su retiro pastoral, Arancedo reside en el Pequeño Cottolengo Don Orione, en Claypole, una institución emblemática por su servicio a personas con discapacidades. Allí continúa acompañando la vida de la comunidad y, en octubre de 2025, presidió la misa central de la Asamblea General de Verificación de los Hijos de la Divina Providencia.
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Ese encuentro, marcado por la espiritualidad orionita y el lema “¡Ese Corazón Tuyo… Don Orione!”, había mostrado a un Arancedo activo en su ministerio.
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