En el transcurso del año 2024, las predicciones climáticas realizadas por Baba Vanga, cobraron un protagonismo sin precedentes debido a su alarmante precisión. La atención mundial se centró inicialmente en sus predicciones tras el devastador terremoto en Japón el 1 de enero, que resultó en la trágica pérdida de más de 200 vidas.
Las predicciones la famosa vidente Baba Vanga para 2022: hambruna y sequía
No obstante, es en Argentina donde sus predicciones sobre "fenómenos aterradores" relacionados con el clima comenzaron a materializarse con asombrosa exactitud, intensificando la inquietud entre sus adeptos.
El año arrancó con un evento en las provincias de Corrientes y Santa Fe, donde se registraron lluvias que alcanzaron niveles históricos, provocando inundaciones que afectaron hasta el 80% de algunas ciudades. La situación llevó a que muchas viviendas quedaran completamente sumergidas, mientras que la crecida de varios arroyos intensifico la crisis en distintos barrios.
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La serie de catástrofes continuó a finales de enero con el desencadenamiento de severos incendios en la región de la Patagonia, específicamente en el Parque Nacional Los Alerces. Allí, las llamas devastaron más de 7500 hectáreas, una catástrofe combatida por el esfuerzo incesante de más de 300 brigadistas.
Las desgracias no se detuvieron allí: a inicios de febrero, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sufrió una tormenta que causó significativos daños materiales y paralizó diversos sistemas de transporte. La secuencia de eventos extremos siguió con una ola de calor que elevó las temperaturas por encima de los 40°C.
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En respuesta a estos eventos, el Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas naranjas y amarillas en doce provincias, advirtiendo sobre la posibilidad de tormentas severas y granizo. A pesar de estas medidas, el calor continúa siendo una pesadilla en Tucumán y otras provincias del norte.
En un giro reciente que parece confirmar aún más las predicciones de Baba Vanga, la capital argentina y sus alrededores experimentaron un diluvio repentino, dejando calles inundadas en cuestión de horas, provocando la interrupción de servicios de transporte y la caída de árboles que bloquearon varias rutas.
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