Roma decidió ponerle un freno al caos de gente frente a uno de sus mayores orgullos. La Fontana di Trevi, ese rincón barroco donde miles de personas se amontonan cada día para tirar su moneda, cambiará sus reglas de juego. A partir del 7 de enero, visitar la fuente tendrá un costo para los viajeros internacionales, transformándose en un sitio de acceso pago, similar a lo que ya sucede con el Panteón.
El concejal de Turismo, Alessandro Onorato, impulsó esta iniciativa para proteger el monumento del desgaste que genera el turismo masivo. Actualmente, la plaza ya cuenta con controles que limitan el aforo a 400 personas en simultáneo, pero la gestión municipal considera que el cobro es el paso necesario para ordenar el flujo de visitantes de forma definitiva.
Con este sistema, la ciudad busca que el ritual de la moneda no ponga en riesgo la estructura de piedra. Los fondos recaudados irán directo a las arcas municipales para cubrir los gastos de limpieza y restauración del patrimonio artístico-cultural romano.
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Chau al acceso libre: precios y beneficios para los locales
El nuevo esquema de ingreso está pensado para no perjudicar a quienes viven en la capital italiana. El sistema funcionará bajo los siguientes parámetros:
- Precio del ticket: Los turistas extranjeros deberán abonar 2 euros.
- Residentes: Los ciudadanos de Roma entrarán gratis, manteniendo el derecho a disfrutar de su ciudad sin costos extra.
- Tecnología y acceso: El sitio contará con dos filas separadas por postes de latón. Una será exclusiva para residentes y la otra para visitantes, quienes podrán pagar con tarjeta de crédito en el mismo ingreso.
Esta decisión se apoya en el éxito que tuvo el Panteón de Roma, que desde mediados de 2023 cobra una entrada de 5 euros y logró recaudar cifras récord para la conservación del edificio.
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Un cambio de estética en la Plaza de Trevi
Para implementar el cobro, la administración romana planea retirar las vallas actuales y reemplazarlas por elementos decorativos más acordes al entorno histórico. La idea es que la estructura de control no arruine la visual de la fuente mientras los asistentes con chalecos azules coordinan el ingreso de los viajeros.
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