Escondido entre una densa vegetación, se encuentra un sorprendente destino con historia y llamativos atractivos.
Ni Pinamar ni Tigre, escapada a un pueblo ferroviario a orillas de un arroyo natural.
Argentina está llena de destinos turísticos conocidos, como Pinamar y Tigre, dos localidades de la provincia de Buenos Aires que atraen visitantes por sus paisajes y actividades. Sin embargo, más allá de estos clásicos, hay pequeños pueblos escondidos que sorprenden por su encanto y tranquilidad.
A solo 6 kilómetros de San Antonio de Areco se encuentra Vagues, una localidad con historia ferroviaria que nació alrededor de una estación de tren. Este rincón invita a desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad y sumergirse en un paisaje donde el tiempo parece haberse detenido.
La antigua estación del pueblo fue restaurada y transformada en el Centro de Interpretación Ferroviaria, un museo donde se pueden ver locomotoras, vagones y objetos que rememoran la época dorada del ferrocarril.
Uno de los atractivos más originales es Los Vagones de Areco, un hospedaje construido en antiguos vagones de tren reciclados y restaurados con muebles de época y detalles vintage que transportan a otra época.
Aunque Vagues es un pueblo pequeño, ofrece opciones gastronómicas ideales para disfrutar de la comida casera y regional. Las parrillas y casas de té sirven desde asados hasta meriendas con tortas y dulces artesanales.
A pocos kilómetros del centro del pueblo se encuentra Arroyo Vagues, un curso de agua cristalina rodeado de árboles que brindan sombra y frescura. Es el lugar perfecto para sentarse en la orilla, tomar mates y relajarse completamente.
Para los amantes de la naturaleza, el pueblo ofrece caminos rurales ideales para recorrer a pie, en bicicleta o a caballo, con postales de estancias, campos abiertos y paisajes típicos del interior bonaerense.
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