Situado a 74 kilómetros de la ciudad principal y a 560 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, este pueblo ofrece un escape perfecto del bullicio urbano.
Desde 2017, cuando fue declarado Pueblo Turístico, Indio Rico fue promocionado activamente por la Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, gracias a un convenio firmado en la Feria Internacional de Turismo. Su atractivo natural principal, el río Quequén Salado, invita a los visitantes a refrescarse, pescar o disfrutar de unos mates en sus orillas.
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Inidio Rico es un pueblito escondido en Buenos Aires, que es ideal para unas de vacaciones en familia.
Qué hacer en una escapada a Indio Rico, el destino perfecto
Una visita obligada es el histórico Almacén de Marcelino López, que abrió sus puertas en el siglo XIX y que, tras cerrar por la muerte de su fundador, ahora es gestionado por sus hijos que mantienen abierto el almacén respetando el horario comercial para quienes desean revivir la historia.
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La antigua estación del ferrocarril, que impulsó el progreso del pueblo, alberga la Biblioteca Popular y el Museo Ferroviario. La iglesia Nuestra Señora del Carmen ofrece una experiencia única permitiendo el acceso a su torre para tomar fotografías panorámicas.
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En el ámbito gastronómico, Indio Rico se distingue por su cordero, el producto estrella que inspira la Fiesta del Cordero al Disco. En este evento comunitario, los visitantes pueden degustar platos tradicionales, disfrutar de peñas folklóricas y espectáculos musicales, con entrada libre y gratuita. Este festival no solo celebra la cocina local, sino que también fortalece el espíritu comunitario y la cultura del pueblo.
