Ariel Tarico, el humorista, caricaturista y locutor santafesino, dialogó con AIRE, hizo un repaso de su carrera y reflexionó sobre el humor en la actualidad.
Un niño de seis años dibuja caricaturas sin parar. Hace unos meses falleció su papá y encuentra en el humor un refugio, la fuerza para mantenerse alegre. Desde ese momento, lo sabe, el humor lo va a acompañar toda la vida. Se trata de Ariel Tarico, el santafesino que se convirtió en uno de los humoristas más importantes del país.
Con sus imitaciones de más de 100 personalidades, sobre todo del ámbito de la política, alegra miles de personas que lo escuchan en diversos programas de radio y televisión. En una entrevista con AIRE, repasó su carrera y reflexionó sobre el humor en la actualidad.
Consultado acerca de qué es el humor para él, afirmó que es una manera de entender la vida y una salvación a todo lo trágico. “A mi me sirvió desde muy chico, cuando perdí a mi viejo, que murió a los 39 años; yo tenía seis y el humor siempre fue un refugio para mí. Cada vez que leía una historieta o me conectaba con algún programa de la tele, me imaginaba y soñaba en algún momento vivir de eso y era lo que a mí me mantenía alegre, con ganas de seguir. Siempre supe que iba a ser algo que me iba a acompañar toda la vida”, afirmó.
De chico era muy curioso y se dedicaba a copiar caricaturas que veía en los diarios y las revistas. Su papá, además de trabajar en la Galería Peirotén y rebuscárselas conduciendo eventos, le traía diarios y él miraba las distintas tiras de la penúltima página, donde estaban los dibujantes de Santa Fe y de la Argentina. Así copiaba algunos dibujos de Roberto Fontanarrosa y otros historietistas. Luego, su contacto con el humor pasó por la televisión. Programas como "El gordo y el flaco", con Juan Carlos Mesa y Gianni Lunadei, lo empujaron a seguir investigando en este género.
Cuando cursaba la secundaria armó una carpeta con sus dibujos y comenzó a recorrer las distintas redacciones de medios de comunicación. Para mostrar sus personajes en radio le pedían que grabe un demo, pero no contaba con los recursos. Al principio publicaron su material en el diario La Provincia, que salía a la mañana, y luego comenzó a vincularse con gente del humor gráfico, por lo que participó de distintas muestras.
Pero su ingenio le abrió puertas: un día llamó a LT10 y se hizo pasar por el periodista Rogelio Alaniz. Los conductores que estaban al aire se creyeron la broma y desde la producción lo contrataron para trabajar en el medio.
Comenzó saliendo por teléfono desde la producción, ni siquiera pisaba el estudio, porque “antes la participación en los medios requería primero de pagar un derecho de piso y hacer laburo de producción, saber cómo era todo el manejo de la radio, y después recién estar frente al micrófono. Además, las voces por teléfono eran más creíbles”, contó.
Consultado acerca de por qué su humor viró hacia lo político, contó que en su casa siempre veían los programas de humor de Tato Bores y lo que hacía Jorge Guinzburg, sumado a que en la década de los 90 había mucho humor político. “Cuando entré a trabajar en radios de noticias, tuve la necesidad de incorporar personajes de actualidad de ese momento, no solamente nacionales, sino también me animaba con algunos locales", contó.
Detrás de cada uno de sus personajes, hay un backup y una investigación previa, ya que no solo se trata de imitar la voz, sino de saber de la historia de la persona para poder construir discursos e improvisar diálogos. “Se trata de ponerse en la piel y en la mente de esa persona, de incorporarlo, pero me gusta mucho hacer la búsqueda de archivos”, dijo. Desde muy chico revisa las revistas de distintas épocas para incorporar materiales que luego le sirven para citar en algún sketch o diálogo.
Fue coequiper de personalidades como Magdalena Ruiz Guiñazú, Dady Brieva, Chiche Gelblubg, Juan Carlos Mesa, Marcelo Zlotogwiazda, Ernesto Tenembaum, Roberto Pettinato, Guido Kaczka y Nelson Castro. Ganó cinco Martín Fierro por su labor humorística, y realizó giras por todo el país con “¿Y ahora?”, su espectáculo político junto a David Rotemberg. Además, desde noviembre de 2017, Ariel "Lento" Tarico forma parte de "Ahora Vengo" por Aire de Santa Fe.
Tarico reflexionó también acerca de la participación que tienen las audiencias en el contenido que se genera desde los medios. "Ahora tenemos la opinión en vivo y en directo del oyente o del televidente, y en general hay mucho mensaje de agradecimiento del público", dijo. "Yo creo que, hoy en día, el trabajo de todos los humoristas es muy necesario y sanador, hay mucha gente que consume medios porque necesitan pasar un buen rato", agregó.
También reparó en que la gente hoy tiene mucho más poder, las audiencias son activas, participan y que por cada diez elogios hay un mal comentario, pero que "sirve para equilibrar el ego".
Muchas veces a los que son blancos de la sátira no les afecta, pero sí a los seguidores de ese personaje. "A los políticos no les importa, generalmente se ríen, se divierten y prefieren que se hable de ellos, bien o mal. Los que más se exaltan son los fanáticos y los seguidores de ese tipo. El humor siempre fue como la piedra en el zapato del poderoso. Hoy es lo que incomoda el fanático, que tiene un sistema de creencias del que no se puede mover. El humor cuestiona todo eso, zarandea y hace cosquillas", concluyó.
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