El 23 de mayo del año pasado suena el teléfono en la casa de Elisabet Landriscino para darle la noticia que nadie quiere escuchar. Gerónimo Paz, su hijo mayor de 19 años, había ido a acompañar a su novia a un recital de Tini y volviendo de Buenos Aires, muere en un brutal accidente.
Eli nos abre su corazón, quiere que conozcamos quién fue Gero y por qué era un chico especial. “La vida de mi hijo no fue fácil. Sufrió mucho durante su infancia. A los ocho años, muere su papá víctima de un hecho delictivo y a partir de ahí, todo cambió. Tenía episodios de ira y mucho enojo con la vida. No quería hablar con psicólogos y encontró en el rugby su terapia. El deporte lo fue todo para él. En el CRAI conoció buenas personas que lo apoyaban y acompañaban e hizo muchos amigos de diferentes clubes. El club era su casa, allí encontró valores y enseñanzas que lo formaron como un gran joven. Amaba el rugby, iba a debutar en primera, pero no pudo ser”.
“Mi niño era fuerte. Cuando falleció su papá logré levantarme de la cama gracias a él, que un día me dijo: 'Mamá, si vos no te levantás, nosotros ¿qué hacemos?'. Desde ese momento mi objetivo fue que mis dos hijos, Gerónimo y Mauricio, tengan una buena vida y recuerden a su padre de la mejor manera”.
En un segundo todo cambia
Días antes de la muerte de Gero, Eli le había dicho a Fabián, su pareja: “Me siento plena por primera vez después de tantos años; pude criar a mis hijos que ya están grandes y tengo un gran compañero a mi lado". Pero esa plenitud se terminó en un minuto.
Eli sabía que su hijo era una gran persona, había actos solidarios que Gero hacía sin darlos a conocer: “Hay un matrimonio que a veces duerme en la puerta de mi edificio, Gero bajaba y les daba comida. Yo me enteré con el tiempo porque él no me contaba. Cada valor que le enseñé, lo aplicaba en su vida; me lo decía la gente, sus amigos. Su vida fue un ejemplo, se levantaba a la mañana temprano, estudiaba Abogacía mientras desayunaba, iba a trabajar, luego cursaba en la universidad y de ahí a práctica. Llegaba a casa a las 11 de la noche”.
“A simple vista parecía un chico duro, pero era muy dulce. De la nada, me abrazaba y me decía 'te amo, mamá'”, cuenta.
Gero en Paz
Ante la urgente necesidad de calmar el dolor, Eli se propone hacer una obra de bien en nombre de Gero. “Cuesta mucho aceptar que tu hijo está en otro lado. Tengo un grupo de profesionales que me ayudan a transitar el duelo. El padre Javier Rojas me dijo que debía buscar la forma de transformar ese dolor en algo. Al principio no sabía qué hacer, estaba negada a todo, solo quería estar con él. Un tiempo después, le comenté a un grupo de amigas, madres de sus amigos de rugby, mi deseo. Gero era amor, entonces dijimos: 'Que siga siendo amor y que siga ayudando a quienes más lo necesitan'. Así nace Gero en Paz. Hoy ellas me acompañan y trabajan a mi lado junto a otras personas que se fueron sumando".
Para Elisabet, lo fundamental de la obra es hacer que el rugby se una en la solidaridad. Sin importar los colores de la camiseta, su hijo está presente en el lugar donde era feliz y desde el cielo le da las fuerzas. “Entregar las donaciones a quienes lo necesitan me produce una grata sensación de alivio y amor, porque siento que Gero nos acompaña. Como el grupo lleva su nombre, soy muy respetuosa de la confianza que la gente deposita en nosotros y, por eso, en nuestras redes subimos fotos y videos. Nos pueden seguir en el instagram @gero_ en_ paz y compartir nuestras publicaciones. Necesitamos que nos conozcan para quizás, el día de mañana, ser una fundación. Es nuestro objetivo, pero vamos de a poquito, avanzando sin prisa” relata Eli.
Elisabet
Próxima colecta del día del niño
Los días 5 y 12 de agosto, Gero en Paz estará desde las 10 hs en Santa Fe Rugby Club donde se jugarán las finales TRL. Llevarán a cabo una colecta de juguetes y alimentos no perecederos para los chicos del merendero “Rayito de Sol” y “La Casa de Encuentro Padre Faustino Miguez”, del barrio Nueva Tablada. “La idea es festejar con ellos el Día del Niño. Todo lo que tengan para donar es recibido con mucho amor”, explica.
Hoy, Eli tiene como objetivo ayudar al prójimo en nombre de Gero y seguir formando a su hijo Mauricio como un hombre de bien. De todo lo que acontece en nuestras vidas podemos tener un aprendizaje, el mensaje de Eli para todas las madres es que “disfruten cada minuto de sus hijos, ya que nada ni nadie sabe cuál es nuestro tiempo exacto en esta tierra. A quienes viven como yo, con este dolor inexplicable que no tiene remedio alguno, les digo que traten de buscar aferrarse a algo que solo les dé paz y amor, porque es la única manera de poder seguir adelante”.
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