Los vecinos del barrio El Vergel, ubicad en la zona norte de la ciudad de Santa Fe, se encuentran en una situación crítica debido a la falta de mantenimiento de espacios públicos y problemas de iluminación, lo que afecta diferentes aspectos de su cotidianidad. Los vecinos, cansados, alzaron la voz para pedir soluciones inmediatas.
Los vecinos del barrio El Vergel reclaman por los yuyos altos y la formación de microbasurales.
Entre las principales quejas se destacan el crecimiento desmedido de la vegetación en plazas, el abandono de las mismas, la deficiente iluminación en las calles y la formación de microbasurales. Pese a la existencia de cuadrillas municipales para el corte de césped, éstas se limitan a trabajar exclusivamente en la ciclovía, dejando en el olvido otras áreas igualmente importantes.
Marta, una residente del barrio, compartió con el móvil de AIRE su preocupación y descontento.
“Es un desastre. No es solamente acá. La plaza de enfrente de mi casa no tiene luz porque se quemaron los focos, y a los que no se quemaron, le robaron los cables. Es una boca de lobos; entre los yuyos y la falta de luces", comentó Marta.
La situación se volvió tan insostenible que algunos vecinos han tomado la iniciativa de cortar el césped por sus propios medios. Sin embargo, dada la extensión de las áreas verdes, resulta una tarea imposible de concluir sin ayuda municipal.
“Todos los vecinos se han ocupado en hacer las denuncias. Pedir iluminación, cortes, pero nada. Hace 29 años que estamos en este barrio y siempre tenemos el mismo problema”, señaló Marta.
Incluso en el barrio hay una cancha de fútbol donde los chicos usualmente van a practicar durante la tarde, pero debido a los yuyos altos ya no pueden ir más.
“Vemos que anda la cuadrilla pero corta sólo sobre la ciclovía. Dicen que no tienen orden para cortar en las plazas”, se lamentó.
La falta de mantenimiento no solo afecta la estética del barrio sino también su seguridad. Marta relató cómo los delincuentes aprovechan los altos pastizales para ocultarse, incrementando el riesgo para los vecinos, especialmente para aquellos que deben salir de casa en horas tempranas.
“Es todo un pastizal. Aparte el peligro, porque tranquilamente alguien podría esconderse ahí. Es una selva”.
Y agregó: “Somos muchos los que salimos a trabajar temprano, cuatro o cinco de la mañana, esperamos el colectivo y es un peligro. Justamente encima faltan las luces”.
Otro aspecto que preocupa es la acumulación de basura en las calles. Aunque Marta reconoce que parte del problema se debe a la conducta de algunos vecinos.
“A los vecinos les cuesta sacar la basura. El basurero pasa todos los días pero les parece más cómodo traer la bolsa y tirarla acá. Entonces ahí se hacen los grandes basurales”
Finalmente, la vecina expresó su frustración ante la falta de respuesta por parte de las autoridades municipales: “En diciembre era porque se iba el intendente, y ahora porque recién llegó el nuevo.”
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