La toma en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) llegó a su fin tras una asamblea que se llevó a cabo este jueves.
En el encuentro, que inició alrededor de las 8:15 de la mañana, los estudiantes, docentes y no docentes debatieron y votaron a favor de levantar la medida, aunque también se acordó continuar con otras acciones de protesta.
La resolución surgió en un contexto de tensión, ya que hubo restricciones de acceso durante la asamblea, lo que generó descontento entre algunos estudiantes.
En diálogo con el móvil de AIRE, Narella, una de las estudiantes presentes en la asamblea, explicó que recibieron presiones por parte del decanato para abandonar la toma. Según comentó, el personal no docente fue instruido para no entregar las llaves de las instalaciones, lo que complicaba la situación de los estudiantes en el interior del edificio.
"Si el sector estudiantil se quedaba adentro, nos dejaban encerrados. Obviamente, eso es asfixiar una toma, porque no te pueden ingresar comida, no pueden ingresar agua", explicó Narella.
Esta estrategia forzó al colectivo estudiantil a reconsiderar la permanencia en el edificio y optar por la modalidad de clases abiertas como forma de resistencia.
Por su parte, Jazmín, otra de las estudiantes presentes, explicó las actividades planificadas para dar continuidad a sus reclamos. "Vamos a tener clases públicas con docentes de la casa, representando la colectividad, repasando la universidad de los derechos", expresó.
Las clases se realizarán sobre la calle Cándido Pujato, en las escaleras de la facultad, y se extenderán hasta la hora del “Ruidazo” programado a las 17 horas en El Molino, un acto simbólico de protesta para visibilizar las demandas estudiantiles. Además, se realizará otra asamblea de estudiantes a partir de las 15 horas.
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