La concentración comenzó a las 17 en la Plaza del Soldado, desde donde la movilización avanzará hasta la Plaza de Mayo. Allí se llevará a cabo el acto central. Para facilitar la participación, habrá colectivos gratuitos entre las 17 y las 20.
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Desde la Asamblea Ni Una Menos Santa Fe llaman a toda la comunidad a sumarse a la marcha “como lo hicimos en 2015”. A una década del inicio del movimiento, advierten: “Hoy, una de nosotras es asesinada cada 28 horas”.
Las palabras de una representante de la mesa Ni Una Menos
En diálogo con el móvil de AIRE, una vocera de la marcha fue contundente: “Los femicidios no deben existir. Sabemos que es un tema complejo, estructural. El patriarcado no se va a caer de un día para otro, pero con políticas públicas, con la sociedad organizada y con asambleas como Ni Una Menos, se puede avanzar”.
La referente señaló que la convocatoria de este año incluyó especialmente a los familiares de víctimas. “Convocamos a toda la sociedad, como en 2015. Hoy sumamos a las familias de las chicas que ya no están con nosotras, pero de alguna manera sí lo están. Invitamos a que sean ellas quienes lleven la bandera, la más grande, la más importante”.
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Se cumplen diez años del primer Ni Una Menos.
Consultada sobre los cambios en estos diez años, fue contundente: “No ha cambiado. Nos siguen matando cada 33 horas. Las políticas de Estado no están ayudando. Se corren. Hay un paradigma individualista y negacionista que no nos favorece. Las organizaciones intermedias están cumpliendo roles que debería asumir el Estado”.
Sobre las medidas tomadas por la agrupación Ni Una Menos, se explayó: “Nos organizamos, debatimos, pusimos el cuerpo a proyectos de ley. Conseguimos leyes, presupuestos, acompañamientos. Pero también sufrimos retrocesos. No tener un Ministerio de la Mujer no nos acompaña. El intento de quitar la figura legal del femicidio tampoco”.
Finalmente, recordó el origen del movimiento: “Las asambleas Ni Una Menos surgieron en todo el país después del hecho ocurrido en Rufino con Chiara Páez. Ese fue el puntapié. Le dimos contenido y cuerpo para no retroceder ni un derecho”.
A más de siete años del crimen de Vanesa Castillo, su familia aún reclama Justicia
La hermana de Vanesa Castillo, la maestra asesinada en 2018 en Santa Fe, participó de la marcha y señaló que este tipo de jornadas son fundamentales para reafirmar la lucha por una justicia que aún no llega. “Pasaron siete años y medio y seguimos mendigando justicia. Condenaron al sicario, pero no se investigó quién lo mandó. Justicia a medias no es justicia”, expresó.
Contó que mantiene contacto con familiares de víctimas de todo el país y que todos comparten el mismo reclamo: “Nos sentimos desprotegidos y revictimizados por un Estado ausente, que garantiza derechos a los femicidas y nos obliga a rogar por justicia”.
“Espero que Vanesa esté descansando en paz, pero necesitamos que se haga justicia. Lo necesitamos como familia, lo necesitan sus compañeros y la sociedad, para que esto no siga ocurriendo”, concluyó.
Ni un derecho menos, ni una violencia más
Al llegar a la Plaza 25 de Mayo de Santa Fe, representantes de distintos espacios feministas locales leyeron en conjunto el documento de la Asamblea Ni Una Menos Santa Fe. “Diez años de construcción colectiva: ni un derecho menos, ni una violencia más”, fue el título del texto, que repasó los logros, luchas y desafíos del movimiento desde 2015 hasta hoy.
El documento denunció el vaciamiento de políticas públicas de género, el ajuste, el avance del antifeminismo y la criminalización de las disidencias. También se reivindicó la lucha por el aborto legal, la paridad, el lenguaje inclusivo y la visibilidad de los femicidios, travesticidios y lesbicidios.
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Carteles representando a víctimas de femicidio en la marcha de Ni Una Menos.
“La Asamblea Ni Una Menos no es solo una marcha: es militancia constante, acompañamiento, talleres, pañuelazos, y lucha en todos los frentes”, dijeron las referentes. “Nos quieren solas y aisladas. Es el castigo a la osadía de enfrentarnos al mandato de callar y aguantar, y por desafiar la heterosexualidad obligatoria", enfatizaron.
“Podrán intentar sacarnos de las calles, reprimirnos, censurarnos, despedirnos, dejarnos sin organismos y sin presupuesto, pero es inútil. Nos habita el feminismo y transfeminismo que llevamos a todos lados en un proceso irreversible”, aseguraron. Mientras tanto, el grito sigue resonando: ¡Paren de matarnos! ¡Ni una muerta más, ni un derecho menos!