Hace ya dos meses dejaron de entregar bolsones con comida para jubilados que se encuentran por debajo de la línea de pobreza o de indigencia. Y en lo que respecta a la copa de leche que reciben alrededor de 3.600 chicos todos los días en 21 centros barriales, la decisión es seguir brindando la merienda hasta que se agote el stock de mercadería.
Así lo adelantó el responsable del Movimiento, José Luis Ambrosino, en el programa Creo, que se emite cada mañana en AIRE: "Nunca vivimos una situación como esta. Nunca me pasó que no me anime a decirle felices Pascuas a mi gente".
El referente de Los Sin Techo explicó durante el año pasado la inflación en alimentos en Santa Fe alcanzó el 250% y que, durante la gestión anterior, el gobierno provincial iba aportando refuerzos económicos para que pudieran continuar.
"Venimos arrastrando los problemas. Pero de alguna manera el año pasado se solucionaban. Entonces se fue peleando, peleando. Pero llegó un momento en que los aumentos de precios fueron tan grandes, que nos liquidó la capacidad de recomponernos", insistió.
Los Sin Techo brindan el servicio de copa de leche en 21 centros distribuidos en los barrios más carenciados: "No son merenderos comunes, que abren cuando pueden, sino que se les brinda una alimentación sistemática que ayuda a que muchos chicos".
Si bien desde el gobierno provincial existe un compromiso de incrementar el presupuesto en 80%, este aumento se otorgará sobre la base del presupuesto de 2023. Ambrosino afirmó que los precios de los alimentos aumentan a tal velocidad, que se produce un desacople con los tiempos que demanda la firma de los convenios.
Una situación inédita en la historia de Los Sin Techo
El referente de los Sin Techo aseguró que no recuerda una situación semejante en los 37 años que lleva la institución en Santa Fe: "Nosotros tenemos atención también para los abuelos que cobran una jubilación muy baja y que están en la pobreza o la indigencia. Todos los primeros viernes de mes, en nuestra sede de San Jerónimo 3328, venían a retirar un refuerzo alimentario que era un bolsón. Pero hace dos meses lo suspendimos. Pusimos un lamentable cartel que dice 'No podemos atenderlo hasta nuevo aviso'".
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"Tenemos problemas graves con la alimentación por el aumento de los precios", afirmó el referente de Los Sin Techo, José Luis Ambrosino.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
"No se puede bancar el incremento de los costos. Hoy -por este lunes 18 de marzo- tengo una reunión con los integrantes del Movimiento para decirles que vamos a seguir dando la copa de leche hasta que quede el último gramo. Y la comida en los jardines prácticamente la tengo que discontinuar, porque no recibimos ayuda de Nación y de Provincia. Los almuerzos se van a ir suspendiendo. Yo diría que prácticamente esta semana es la última que tengo para servir los almuerzos a los chicos de los jardines", advirtió.
Ambrosino explicó que el Gobierno nacional cerró 59 Centros de Referencia del Ministerio de Capital Humano que funcionaban a distintas ciudades: "Ellos manejaban todos estos temas. Nosotros tenemos un excelente concepto del Centro de Santa Fe, que controlaban la calidad de los alimentos y si todo funcionaba correctamente".
"Ahora, -añadió- yo no me animo a seguir tirando cheques a 60 días a los proveedores amigos, porque no sé qué va a pasar. Entonces, no podemos comprar, porque no sabemos qué futuro tenemos y en cuánto tiempo se va a resolver el problema".
"Yo no soy un fan del Fondo Monetario Internacional, pero el Fondo Monetario Internacional pidió que ahora ayuden a la indigencia, ayuden a la parte vulnerable y a los jubilados. El Fondo le dice al gobierno nacional que haga lo que tiene que hacer, pero que salve a la pobreza, proteja la vulnerabilidad y a los jubilados... Pero aparentemente no llega plata del gobierno central al gobierno provincial".
Según Ambrosino, en los ocho barrios de Santa Fe que relevan Los Sin Techo, una familia de cuatro personas necesita 320.000 pesos mensuales solo para comer. Los datos de julio de 2023, indicaban que alrededor de 10.000 familias de la ciudad ya vivían bajo la línea de indigencia.