La orden había sido firmada por Carlos Vera Barros, titular del Juzgado Federal N°3 de Rosario, quien autorizó la requisa del despacho de su colega. Sin embargo, la resolución dejó de tener efecto por un error administrativo que rompió el secreto de sumario requerido para este tipo de procedimientos.
LEER MÁS ► Un joven falleció tras un grave accidente en el cruce de las rutas 10 y 64
Cómo se filtró la orden judicial y por qué quedó suspendido el allanamiento
La decisión judicial fue publicada de manera insólita en el sitio web oficial del Poder Judicial, dentro de la sección destinada a resoluciones públicas, pese a que debía ser reservada. Además, la notificación se envió mediante el sistema Lex100 a todas las fiscalías federales de Rosario, en vez de solo a la que había solicitado el allanamiento.
Estas fallas procesales anularon cualquier posibilidad de reserva y dejaron el procedimiento en evidencia antes de que pudiera ejecutarse. Aunque Vera Barros había establecido el secreto de sumario, la difusión masiva de la medida hizo imposible sostenerla.
LEER MÁS ► Santo Tomé: un joven fue baleado en El Chaparral y debió ser hospitalizado
La causa permanecerá bajo confidencialidad, pero el allanamiento deberá ser reprogramado o reformulado para cumplir con las garantías procesales y evitar que se comprometa la investigación en curso.