Hasta 2022, la Fundación Conin salía a los barrios de Santa Fe para detectar casos de desnutrición infantil. Ahora, son tantos los que llegan a la institución, que no dan abasto.
La Fundación Conin trabaja de manera integral con los niños desnutridos y también con sus familias.
Después de una serie de denuncias cruzadas, del reclamo de la Iglesia Católica, de las desmentidas del gobierno nacional y hasta de la intervención de la Justicia; el Ministerio de Capital Humano de la Nación planifica por estas horas de qué manera distribuir entre los más necesitados, toneladas de alimentos que se encontraban acopiados y a punto de vencer en depósitos oficiales.
Mientras tanto, y más allá de los cruces de la política o de las denuncias por posible corrupción, en el terreno la crisis social y económica se profundiza: en la ciudad de Santa Fe, la Fundación Conin tiene tanta demanda, que ya no está en condiciones de atender a todos los niños y niñas derivados desde centros de salud con diferentes grados de desnutrición, por lo que desde el año pasado se vieron obligados a trabajar con listas de espera.
Conin es una organización sin fines de lucro que desde 1993 lucha contra la desnutrición infantil en la Argentina. Desde 2010 opera en la ciudad de Santa Fe, donde funcionan tres sedes ubicadas en barrio Santa Lucía -reciben a familias de Santa Rosa de Lima y zonas cercanas-, en el Polideportivo de Cilsa -atienden a familias de Varadero Sarsoti, Centenarios y otros barrios de la zona- y en la capilla de barrio San Agustín.
El objetivo de Conin no es solo atender a los niños y niñas desnutridos, sino realizar un acompañamiento integral de las familias de esos chicos desnutridos, con la participación de médicos, psicólogos, asistentes sociales, entre otros especialistas.
La presidenta de Conin Santa Fe, Mercedes Depetris, advirtió que la situación social viene empeorando desde hace tiempo y esto no solo se refleja en un mayor número de menores desnutridos, sino también en más violencia y más adicciones en sus entornos.
"Los casos son cada vez más. A nosotros nos derivan niños desde los centros asistenciales, y el año pasado tuvimos que pedir que por favor no nos derivaran más, porque no podemos cubrir todas las necesidades. Tuvimos que poner casos en lista de espera y atender en forma ambulatoria a los casos más extremos", afirmó.
En el programa Creo, que se emite cada mañana en AIRE, Depetris insistió en que Conin es una asociación sin fines de lucro y "vivimos gracias a los aportes de padrinos y algún evento que podemos realizar. Pero no podemos hacer magia, es decir, no podemos abarcar todos los casos que nos van derivando".
Si bien Conin no es una entidad dedicada a entregar alimentos de manera directa, a partir de 2022 y debido al agravamiento de la crisis social comenzaron a distribuir bolsones de comida "para cubrir necesidades básicas".
Hasta ese año, una unidad sanitaria móvil de la organización visitaba los diferentes barrios para detectar a niño y niñas con desnutrición. Sin embargo, las cosas cambiaron: "Ya no hace falta traer el camión sanitario. Antes salíamos a buscar los casos de desnutrición o malnutrición en los barrios a través de relevamientos. Pero hoy ya vienen solos a través de las derivaciones que tenemos de los centros asistenciales. Ya no necesitamos irlos a buscar".
El último relevamiento del camión sanitario de Conin en la ciudad de Santa Fe se produjo en 2022, y ya en ese momento los resultados fueron abrumadores: en barrio San Agustín, los médicos controlaron a poco más de 100 niños de entre 0 y 10 años.
Del total, el 65% de los chicos atendidos padecía distintos grados de desnutrición crónica, el 15% sufría desnutrición aguda y apenas el 20% se encontraba correctamente alimentado como para garantizar su desarrollo físico y cerebral adecuado. Desde Conin aseguran que, con el tiempo, la situación general se fue agravando.
Los profesionales de la Fundación Conin que llegaron a barrio San Agustín en la Unidad Pediátrica Móvil esperaban controlar a niños de entre 0 y 5 años. Pero la afluencia fue tan grande que terminaron atendiendo a chicos de hasta 10 años.
"Hay que saber que los primeros 1.000 días de vida son esenciales para el desarrollo del cerebro de las personas. Entonces, esos 1.000 días abarcan el embarazo y los dos primeros años de vida", explicó Depetris.
Si hay una malnutrición en esos 1.000 primeros días de vida, "probablemente sea un cerebro que no se desarrolle neuronalmente y ese chico no tenga la capacidad de terminar una escuela primaria, menos aún de conseguir un trabajo o de poder el día de mañana desarrollarse".
En el 15% de los niños atendidos en la Unidad Móvil de Conin hace menos de dos años, los profesionales detectaron desnutrición aguda. Es decir que no solo dejaron de crecer en altura, sino que además tenían un peso por debajo de los promedios para sus edades.
Desde la organización advirtieron que los casos de desnutrición aguda suelen aparecer en niños menores de dos años. Y si no son atendidos a tiempo, comienzan a sufrir las consecuencias en su desarrollo cerebral y también en el sistema inmunológico, que está debilitado.
En las últimas horas, desde el gobierno nacional se anunció que el Ejército Argentino será el encargado de distribuir miles de toneladas de alimentos acopiados y a punto de vencer en depósitos oficiales.
También se dijo que la Fundación Conin colaborará en esta tarea. Sin embargo, al menos hasta este martes por la mañana, en Conin Santa Fe no tenían información al respecto.
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