menu
search
Santa Fe Barrio Constituyentes | JJOO |

Alicia Kaufmanas, la atleta de barrio Constituyentes que hizo historia en dos Juegos Olímpicos

La única representante de la provincia en los Juegos Olímpicos (JJOO) de Tokio en 1964 y México 1968 es una histórica vecina de barrio Constituyentes. Su paso por el deporte dejó huellas y récords en la historia santafesina.

Alicia Kaufmanas fue profesora de educación física, trabajó en la ciudad de Gálvez y entrenaba todos los días en el Parque del Sur de la ciudad de Santa Fe. A lo largo de su carrera como atleta rompió récords provinciales, nacionales y sudamericanos. Para lograr clasificar a los Juegos Olímpicos (JJOO) de Tokio, batió una marca que —más de seis décadas después— nadie pudo superar.

La fascinante historia de una vecina de barrio Constituyentes que pocos conocen.

Quién es Alicia Kaufmanas, la vecina de barrio Constituyentes

La vecina de barrio Constituyentes nació el 20 de diciembre de 1940 y fue la tercera hija de padres lituanos que escaparon de la guerra. Eran una familia humilde y trabajadora que poco a poco fue construyendo su casa.

Alicia Kaufmanas_DSC06529_MTH_1200
Para lograr clasificar a los Juegos Olímpicos (JJOO) de Tokio, Alicia batió una marca que —más de seis décadas después— nadie pudo superar.

Para lograr clasificar a los Juegos Olímpicos (JJOO) de Tokio, Alicia batió una marca que —más de seis décadas después— nadie pudo superar.

La facilidad y destreza de Alicia en el deporte durante los primeros años de la secundaria la llevó a formar parte del Club Velocidad y Resistencia de Santa Fe con en el que se adentró en el atletismo.

Con los años y mucho sacrificio, entrenaba, daba clases en Santa Fe y Gálvez como profesora de educación física—egresada en 1963 como la primera promoción del Instituto Superior de Educación Física—. Su rutina consistía en levantarse a las 5 de la mañana y volver a las 6 de la tarde para entrenar en el Parque del Sur con quien luego fue su esposo, Ángel Villareal.

Alicia debutó internacionalmente en el Sudamericano de Lima 1961, donde obtuvo podios en salto en largo y en la posta 4x100. Un año después, en el Nacional de Jujuy, alcanzó los 5,97 metros, marca que luego llevó hasta los 6,15 metros para clasificar a Tokio 1964. Ese registro provincial todavía no pudo ser superado.

Alicia Kaufmanas_DSC06548_MTH_1200
Alicia debutó internacionalmente en el Sudamericano de Lima 1961.

Alicia debutó internacionalmente en el Sudamericano de Lima 1961.

En 1962 tuvo su primera decepción deportiva. Quedó seleccionada para participar en los Juegos Iberoamericanos de Atletismo en España, pero fue reemplazada a último momento por una joven de Buenos Aires. Ese hecho devastó tanto a Alicia, al punto en el que dudó en continuar con el atletismo. Sin embargo, una competición en el Club Unión le permitió demostrar que podía igualar e incluso superar la marca de quienes sí viajaron a los Iberoamericanos en Madrid.

Su paso por los JJOO Tokio 1964

El 10 de octubre se celebró la ceremonia de la decimoctava edición de los Juegos Olímpicos. Ese año, la cita tuvo lugar en Asia. Entre los participantes de diversas disciplinas estaba Alicia que, con 24 años, era de las cuatro mujeres representantes de Argentina que participaron en la categoría de Atletismo. Corrió la posta femenina 4x100 y obtuvo el décimo puesto.

El viaje a la capital japonesa fue una experiencia que nunca olvidó. La delegación completa viajó con escala en Miami y, en el tramo que atravesaba el océano, una fuerte tormenta los tomó por sorpresa. “Fue terrible, se movía todo. Algunas chicas lloraban y los jugadores gritaban. Sinceramente pensé que me quedaba ahí”, recordó la exdeportista.

Alicia Kaufmanas_DSC06585_MTH_1200
Alicia corrió la posta femenina 4x100 y obtuvo el décimo puesto.

Alicia corrió la posta femenina 4x100 y obtuvo el décimo puesto.

Ya instalados en Tokio, el contraste cultural fue enorme. “Eran muy estrictos y organizados, gente buenísima. Nos invitaban a entrar a las casas, a vestirnos con atuendos tradicionales y a hacer la ceremonia del té. No nos entendíamos, pero la pasábamos re bien”, contó Alicia.

Pero al pisar la pista, todo el asombro se transformó en vértigo: “Yo me sentí tan chiquitita. Me acordaba de Argentina y me daba ganas de decir: ‘¿Qué estoy haciendo acá?’. Me daba piel de gallina. Me sentía como una hormiguita en comparación con todo lo que veía”.

Fue también en Tokio donde Alicia cumplió su sueño de conocer a Tatiana Schelkánova, una atleta rusa especializada en salto largo que tenía el récord mundial. “Era fanática de ella y tuve la oportunidad de verla competir”, recordó con emoción.

JJOO de México 1968, una experiencia distinta

Cuatro años más tarde, Alicia volvió a representar al país en los Juegos Olímpicos de México. Una experiencia que disfrutó por los paisajes pero que resultó ser bastante caótica a diferencia de la organización en la capital japonesa. “En México fallaban los horarios, sobre todo. A veces los atletas no llegaban a tiempo por las demoras en el transporte”, contó.

Alicia Kaufmanas_DSC06533_MTH_1200
En Tokio, Alicia cumplió su sueño de conocer a Tatiana Schelkánova.

En Tokio, Alicia cumplió su sueño de conocer a Tatiana Schelkánova.

Fue también en esos JJOO que se aplicaron por primera vez las pruebas de determinación de sexo y controles antidoping estrictos, un cambio que dejó afuera a varios participantes. “Recuerdo algunas atletas rusas que directamente no querían hacer los test”, dijo la santafesina que vivió de primera mano un momento clave en la historia del deporte.

Un legado que resiste el tiempo y perdura en la familia

Luego de competir en Tokio y en México —donde también integró récord sudamericano en la posta— decidió retirarse después del Sudamericano de 1969 para dedicarse a su vida personal. Se casó al año siguiente y tuvo dos hijas. Hoy es abuela y dos de sus nietos continúan su camino en el deporte.

Alicia Kaufmanas_DSC06511_MTH_1200
En el Nacional de Jujuy, Alicia alcanzó los 5,97 metros, marca que luego llevó hasta los 6,15 metros para clasificar a Tokio 1964.

En el Nacional de Jujuy, Alicia alcanzó los 5,97 metros, marca que luego llevó hasta los 6,15 metros para clasificar a Tokio 1964.

Alicia está convencida de que su vida activa, dedicada a la actividad deportiva, le permitió salir de un episodio que la marcó hace unos meses atrás: fue atropellada por una moto. Hoy afirma que volvió a nacer.

Actualmente vive en el barrio Constituyentes, un vecindario que se formalizó a principios del siglo XX. Su nombre honra al Congreso Constituyente de 1853 que sancionó la Constitución Nacional en la ciudad. Este espacio con un gran legado cultural, acoge la vitalidad de figuras como Alicia, con una historia anclada al deporte santafesino.

Por Martina Nonino