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Santa Fe jóvenes | Alcohol | boliches

Alcohol y psicofármacos: una combinación peligrosa que avanza entre los jóvenes argentinos

El médico toxicológico Carlos Damin habló en AIRE sobre el auge del consumo de alcohol y psicofármacos en jove, que potencia la violencia, la intoxicación y el daño cerebral a largo plazo.

Una pelea viral entre chicas dentro de un boliche de la ciudad de Esperanza, en el marco de los festejos por el Día del Amigo, encendió las alarmas. Las imágenes muestran a jóvenes alcoholizadas protagonizando una escena violenta e inexplicable. Sin embargo, no fue un caso aislado.

En diálogo con AIRE, el médico toxicólogo Carlos Damin, que este tipo de episodios se repite en todo el país y está directamente vinculado con una combinación que gana terreno entre los adolescentes: alcohol y psicofármacos.

“Las concentraciones increíblemente altas de alcohol que estamos viendo últimamente, sumado a algún tipo de psicofármaco... genera estos cuadros de riña que son inexplicables”, explicó el profesional de la salud en una entrevista durante el programa "Ahora Vengo".

Y remarcó: “Estamos totalmente convencidos de que si no fuera bajo los efectos de esas sustancias, estos cuadros no serían como son”.

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Según detalló, el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central y, paradójicamente, lo primero que inhibe es la zona del cerebro donde residen las inhibiciones. “Eso genera un efecto de desinhibición, que saca para afuera cuadros de agresividad y comportamientos que sin la influencia del alcohol no hubieran aparecido”, afirmó.

Esa conducta se potencia, y muchas veces se descontrola, cuando el alcohol se combina con psicofármacos como el clonazepam. “Es uno de los problemas más graves que tenemos en el país”, advirtió.

Y agregó: “Esa asociación genera muchos cuadros de agresividad. De hecho, es la más común a la hora de cometer delitos”.

boliche alcohol

El problema, además, arranca cada vez más temprano. En la actualidad, la edad promedio de inicio en el consumo de alcohol en Argentina es de apenas 13 años. “Está prohibido el alcohol para menores de 18, por lo tanto, no deberíamos tener chicos consumiéndolo por debajo de esa edad”, señaló.

Sin embargo, la permisividad familiar, la falta de educación y el entorno social hacen que se naturalice. “Un papá que consume alcohol y maneja le está enseñando al hijo que se puede consumir y manejar”, ejemplificó.

Las consecuencias van mucho más allá de una borrachera ocasional. Damin explicó que un coma alcohólico en un adolescente puede dejar secuelas neurológicas irreversibles.

“Produce una alteración en la comunicación entre las neuronas que en algunos casos es irreversible. Ese deterioro neurocognitivo va a significar disminución de la inteligencia de la persona”, remarcó. Y advirtió que este tipo de daño “no lo vamos a ver al otro día, lo vamos a ver a largo plazo”.

alcohol 2

Además del clonazepam, otras combinaciones, como la del alcohol con cocaína, son aún más peligrosas. “Generan una tercera droga, el cocaetileno, que es mucho más cardiotóxica que cualquiera de las dos por separado”, explicó.

Argentina ocupa el tercer lugar en consumo de alcohol en América, solo detrás de Dominica y Estados Unidos, con un promedio de 10 litros de alcohol puro por persona al año. Sin embargo, aún se lo ve como algo normal en adolescentes.

“Lamentablemente, a los padres casi que les parece natural que un chico de 15 o 16 años tome alcohol”, lamentó Damin.

"Los chicos salen a tomar; no salen a divertirse y de paso toman algo. Esto es tremendo. Entonces, eso es algo que tenemos que corregir activamente. Si no lo hacemos, no vamos a lograr cambiarlo nunca", concluyó.