En medio de la peor bajante del Paraná del último medio siglo y a pesar de las advertencias de científicos y ambientalistas sobre la fragilidad de las poblaciones de peces por el escaso caudal y la llegada de las temperaturas frías, el gobierno nacional decidió volver a otorgar un cupo de exportación de sábalo de 15 mil toneladas para este año.
Esto habilita a los frigoríficos instalados en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, las únicas del Litoral en no haber avanzado en una veda extraordinaria, a seguir adelante con las ventas externas de pescado de río, sobre todo de sábalo, un negocio redondo para quienes pagan las piezas en pesos y las exportan en dólares.
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Aún dentro de las oscilaciones diarias de la economía argentina, algunos números ayudan a entender la envergadura del negocio: según fuentes del sector, el kilo de sábalo se paga a los pescadores alrededor de 12 pesos, unos 19 centavos de dólar si se toma la cotización oficial en torno a los 70 pesos. Su precio de exportación, en cambio, ronda los 1.200 dólares la tonelada (mil kilos), lo que equivale a 1,2 dólares el kilo. Casi siete veces más si se expresa el valor en pesos (81 pesos el kilo).
Advertencia
Hace un año, el biólogo y experto en peces Norberto Oldani ya había advertido que, cuando hay procesos devaluatorios del peso, crece el negocio de la exportación de pescado de río. “Cuando el dólar está alto sube el interés en su captura ya que la tonelada de sábalo vale miles de dólares. Esto lleva a los pescadores, que son cada vez más pobres, a trabajar más para ganar menos, porque a los dólares los agarra el acopiador y el exportador. Todo esto genera un enorme problema social”.
Tan preocupante como hace un año desde lo financiero, el escenario 2020 es mucho peor en términos ambientales por la extrema bajante en la Cuenca del Plata. Con caudales tan bajos la proporción de sobrevida de los peces disminuye ya que hay una pérdida de hábitat y menos alimento disponible. Las temperaturas frías suman presión, y que los peces no regulan su temperatura interna y por eso no es raro ver en pleno verano o en los meses más fríos episodios de mortandad.
Cupos y precios
La exportación de pescado de río es un negocio que empieza en pesos y termina en dólares. Actualmente, los acopiadores pagan alrededor de 12 o 0 13 pesos el kilo de sábalo a los pescadores. Ese mismo kilo se venderá al exterior en alrededor de 80 pesos, tomando en cuenta la cotización oficial del dólar que es la que deben respetar los exportadores.
Adolfo Espíndola, referente de la pesca deportiva en Santa Fe e integrante del Consejo Pesquero Provincial, resumió este circuito que mantiene siempre pobres a los pescadores: “los frigoríficos exportadores obtienen una ganancia extraordinaria por la venta de un recurso que es de todos, que es un bien común”.
También explicó que mientras el gobierno provincial “dice que se está acopiando menos sábalo que el año pasado”, los cupos que Senasa otorga a los frigoríficos muestran que mientras entre enero y abril de 2019 se otorgaron 2.181 toneladas, este año esos cupos totalizaron 3.423 toneladas en el mismo período.
Decisión oficial
Esta semana, el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informó que la Comisión de Pesca Continental, que preside la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, acordó fijar un cupo de exportación de sábalo de 15.000 toneladas para 2020 “con una revisión periódica de dicho valor teniendo en cuenta la bajante del río Paraná y el desarrollo de la actividad pesquera”.
La decisión se tomó durante la última reunión virtual de la Comisión en el marco del Consejo Federal Agropecuario (CPC-CFA) en base _según explicaron desde el gobierno_ “en los últimos resultados del Programa de monitoreo de desembarques de la pesca artesanal comercial y del proyecto de evaluación biológica y pesquera de especies de interés deportivo y comercial en el Río Paraná”.