7 datos que no te podés perder de la Basílica de Guadalupe
1. Los comienzos de la Basílica
La imponente iglesia comenzó siendo un pequeño oratorio que la familia Setúbal ordenó construir, los mismos que le pusieron su nombre a la laguna. Con el paso del tiempo, el edificio amplió su estructura luego de que sus impulsores le ordenaran a Francisco Javier de la Rosa que lo repare.
Sin embargo, la estructura quedó pequeña, por lo que se propuso demoler la capilla y construir una basílica. El plan se llevó a cabo y se perdió gran parte del atrio y el altar tallado por de la Rosa.
La construcción comenzó en 1905 y tuvo un ritmo lento, pero sostenido. Tras seis años de labor y esfuerzo, la Basílica se inauguró el 8 de mayo de 1910.
2. Los primeros pasos
La primera peregrinación se hizo en 1900 y la convoca el monseñor Boneo, quien le dio la bendición a la piedra basal de la nueva Basílica. Ese mismo día la Virgen de Guadalupe es jurada como titular y Patrona por las autoridades eclesiásticas, civiles y militares de Santa Fe.
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3. Las aberturas
La imponente puerta principal está construida con roble y presenta un estilo neogótico. A su vez, presenta detalles labrados, los escudos de San Pío X y el monseñor Boneo.
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4. El altar mayor de la Basílica de Guadalupe
El monseñor Boneo viajó a Austria y dialogó con varios artesanos fabricantes de altares. Así, surgió el destacado altar mayor de la Basílica, el cual fue realizado en madera tallada y laminada, al igual que las imágenes y cuadros en relieve que posee.
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Foto: Maiquel Torcatt / Aire Digital