En este contexto, el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe refuerza su compromiso con la prevención y el acompañamiento a personas que desean dejar de fumar. Con acciones comunitarias, talleres y capacitaciones profesionales, se busca reducir el impacto del tabaquismo en la salud pública.
“Dejar el tabaco es posible, y hay equipos preparados para acompañar ese proceso”, destacó la doctora Marina Tolosa, médica neumonóloga y responsable del Programa Provincial de Control de Tabaco.
Santa Fe: capacitaciones, talleres y espacios de acompañamiento
El abordaje provincial combina acciones dirigidas a la comunidad —como espirometrías, oximetrías, talleres grupales y consejería personalizada— con formación específica a equipos de salud, para que puedan guiar a quienes decidan dejar de fumar desde distintos puntos del sistema sanitario.
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El 19,4% de los adolescentes de entre 13 y 18 años consume productos de tabaco o nicotina, y que el 6,7% usa más de uno al mismo tiempo.
Una de las herramientas más utilizadas es el programa “Jueves sin Tabaco”, que se realiza en forma presencial y virtual, con más de 370 personas inscriptas en los últimos meses. Los talleres son cada dos meses aproximadamente, alternando la modalidad virtual y presencial. Los encuentros son únicos, con un abordaje integral que incluye medicina, nutrición, salud mental y actividad física. Los talleres presenciales duran 4 horas y los virtuales 2 horas y 30 minutos. Si una persona lo necesita, puede realizar el taller las veces que quiera.
“Los talleres integran medicina, nutrición, actividad física y salud mental. Eso hace la diferencia”, explicó la médica Silvana Fiorano, integrante de la Agencia de Control del Cáncer.
Jóvenes y marketing encubierto: el nuevo frente del tabaquismo
La problemática del tabaco no solo afecta a adultos. La OMS y diversas organizaciones advierten que la industria apunta cada vez más a adolescentes, con tácticas que incluyen:
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Escenas de tabaco en series populares como Stranger Things o Lucifer.
Imágenes de celebridades fumando, como Bella Hadid o Dua Lipa.
Campañas visuales en redes sociales que asocian fumar con independencia o atractivo físico.
Una encuesta de FIC Argentina realizada en la Ciudad de Buenos Aires en 2023 revela que el 19,4% de los adolescentes de entre 13 y 18 años consume productos de tabaco o nicotina, y que el 6,7% usa más de uno al mismo tiempo.
A esto se suma el avance de los cigarrillos electrónicos, cuya venta y publicidad están prohibidas en Argentina desde 2011, pero que siguen ganando terreno. “Su diseño moderno, sabores dulces y presencia en redes sociales los convierten en una puerta de entrada muy peligrosa para los más jóvenes”, advirtió la Dra. Raquel Pendito, de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
Un estudio internacional reciente publicado por Tobacco Induced Diseases reveló que el 85% de los jóvenes que conocen los cigarrillos electrónicos fue expuesto a su publicidad, incluso en países con restricciones legales.
Una tarea colectiva y urgente
El tabaco mata a más de 8 millones de personas por año en el mundo, y al menos 1,2 millones de esas muertes se deben al tabaquismo pasivo. A pesar de las regulaciones, la industria sigue encontrando formas de mantener su negocio activo, especialmente en países de ingresos bajos y medios.
Frente a este escenario, la OMS plantea tres líneas de acción:
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Concientizar sobre las tácticas engañosas de marketing.
Prohibir sabores, aditivos y publicidad que aumenten el atractivo del producto.
Reducir la demanda entre jóvenes, con políticas preventivas desde el hogar, la escuela y la comunidad.
Desde Santa Fe, los esfuerzos continúan en esa dirección. El trabajo en territorio, los espacios de apoyo y la educación constante son pilares para construir una sociedad con menos humo y más salud. Como expresó la AAMR: “No se trata solo de ayudar a quienes quieren dejar de fumar. Se trata de evitar que otros comiencen. Y eso también es salvar vidas.”
