Cuando hablamos de "tener el corazón roto", solemos asociarlo con experiencias amorosas, duelos o pérdidas emocionales. Pero, este tipo de angustia puede tener repercusiones físicas.
En el Día Mundial del Corazón, es importante recordar que cuidar del corazón no solo implica cuidar el cuerpo, sino también la mente y las emociones.
Desde dolores intensos en el pecho hasta alteraciones del ritmo cardíaco, el corazón humano responde a las emociones con un poder abrumador. En este contexto, es importante conocer tanto el impacto emocional como físico que tiene el "corazón roto", y qué podemos hacer para mantener nuestra salud cardiovascular.
Cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, una fecha para reflexionar sobre la importancia de cuidar uno de los órganos más vitales para nuestro bienestar. Sin embargo, este día no solo invita a pensar en lo físico, sino también en lo emocional, ya que, como muchos saben, el corazón no solo late por el cuerpo: también late por nuestras emociones.
El corazón roto: más allá del dolor emocional
Cuando hablamos de corazón roto, muchas veces nos referimos a un dolor profundo que afecta nuestro bienestar físico y psicológico. La tristeza profunda o una emoción intensa pueden desencadenar reacciones en nuestro organismo que van más allá de lo que imaginamos.
Uno de los fenómenos más conocidos en la medicina cardiovascular es el síndrome del corazón roto, también denominado síndrome de Takotsubo. Este cuadro se presenta generalmente tras un fuerte disgusto, como la pérdida de un ser querido, un rechazo amoroso o una crisis emocional, aunque también puede ocurrir tras una alegría excesiva.
LEER MÁS ► Depresión funcional: cómo reconocerla para poder tratarla a tiempo
El corazón, que es un órgano sumamente sensible a las emociones, sufre un daño en su músculo, lo que simula un infarto agudo de miocardio, aunque no hay obstrucción en las arterias. Este síndrome es un ejemplo claro de cómo nuestras emociones afectan nuestra salud física.
Según la doctora Paula Berlier, cardióloga e integrante de la Asociación de Cardiología de Santa Fe (ACSF), “la descarga de neurotransmisores generada por emociones intensas puede alterar el funcionamiento del corazón, y aunque no siempre conlleva consecuencias graves, sí requiere atención médica inmediata”.
Los síntomas: ¿cómo saber si es solo tristeza o algo más grave?
Los síntomas del síndrome del corazón roto pueden ser muy similares a los de un infarto. El dolor en el pecho, la opresión, la sudoración excesiva y la sensación de mareo o náuseas son comunes. Sin embargo, a diferencia de un infarto tradicional, este dolor no se alivia con medicamentos comunes como el ibuprofeno ni con técnicas de respiración profunda.
En cualquier caso, si se experimenta dolor de pecho, es crucial buscar atención médica urgente, ya que el tratamiento adecuado puede minimizar las secuelas. “Incluso si se trata de un dolor emocional, la respuesta física del cuerpo es tan intensa que no debe subestimarse”, recalca la doctora Berlier.
¿Cómo prevenir problemas cardíacos?
En el marco del Día Mundial del Corazón, es fundamental recordar que la salud cardiovascular debe ser una prioridad en todos los momentos de la vida, no solo cuando hay un diagnóstico.
LEER MÁS ► Mes del corazón: claves para prevenir infartos y cómo actuar ante una emergencia cardíaca
En la actualidad, enfermedades cardiovasculares como los infartos son la principal causa de muerte en Argentina y en el mundo. Según la doctora Berlier, los factores de riesgo más comunes incluyen la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y la falta de actividad física.
¿Cuándo empezar a hacer chequeos cardiovasculares?
Es recomendable comenzar a realizar chequeos médicos a partir de los 40-45 años. Sin embargo, si hay antecedentes familiares de problemas cardíacos, o si se presentan síntomas como dolores en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones o desmayos, es importante consultar a un cardiólogo sin esperar. Los chequeos periódicos son clave para prevenir complicaciones futuras.
Hábitos para un corazón sano
Prevenir es siempre la mejor opción, y para ello los hábitos saludables son la principal herramienta. Para mantener el corazón en buen estado, la doctora Berlier destaca algunos pilares fundamentales:
- Alimentación equilibrada: una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y granos integrales, además de consumir pescado (fuente de ácidos grasos omega-3), puede hacer una gran diferencia. Es importante reducir el consumo de carnes rojas y procesadas, y evitar los azúcares refinados.
- Actividad física: realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica a la semana, como caminar, nadar o correr, es esencial. Además, los ejercicios de fuerza (como pesas o yoga) complementan esta rutina para fortalecer todo el cuerpo.
- Control del estrés: dado que las emociones influyen directamente en el corazón, es clave aprender a manejar el estrés mediante técnicas de relajación, meditación o actividades que fomenten el bienestar emocional.
- Descanso adecuado: el sueño es un factor crucial en la salud cardiovascular. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche para que el corazón y el cuerpo puedan recuperarse adecuadamente.
- Monitoreo constante: realizar chequeos regulares de presión arterial, colesterol y glucosa es fundamental, especialmente si hay antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
El corazón y la salud emocional: una conexión vital
En este Día Mundial del Corazón, es importante recordar que cuidar del corazón no solo implica cuidar el cuerpo, sino también la mente y las emociones. El estrés, la tristeza y la ansiedad pueden dañar nuestro corazón tanto como una dieta poco saludable o la falta de ejercicio.
En el marco del Día Mundial del Corazón, se llevarán a cabo diversas actividades en la Costanera de Santa Fe, organizadas por la Asociación de Cardiólogos y otras entidades civiles. Charlas educativas, capacitaciones y actividades de concientización sobre la salud cardiovascular serán parte de las acciones que se desarrollarán durante el fin de semana.
Temas
Te puede interesar
