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Salud vacunación | Niños | Adultos mayores

La vacunación no es solo cosa de niños: ¿por qué es clave que los adultos también estén protegidos?

La vacunación en adultos es clave para prevenir enfermedades respiratorias y proteger la salud individual y colectiva.

La vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir enfermedades infecciosas, no solo durante la infancia, sino a lo largo de toda la vida, incluso en la adultez. En un contexto global donde las enfermedades respiratorias siguen siendo una amenaza constante, mantener el calendario de vacunación actualizado es esencial para proteger la salud individual y colectiva.

La inmunización no solo actúa sobre la protección personal, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, reduciendo la transmisión de enfermedades y previniendo brotes epidémicos. Es crucial que los adultos tomen conciencia de la importancia de recibir las vacunas correspondientes, y para ello, deben consultar con sus médicos o neumonólogos para obtener orientación adecuada.

En este marco, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) lanzó la campaña "Sabemos de Vacunación, Tus Pulmones en Buenas Manos con los Neumonólogos", una iniciativa que busca promover la salud respiratoria en la población adulta. A través de esta campaña, se pretende desmitificar conceptos erróneos y fomentar decisiones informadas sobre la vacunación, enfocándose especialmente en las vacunas contra la gripe, el Virus Sincitial Respiratorio (VSR), la neumonía y otras enfermedades respiratorias.

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Respaldada por el conocimiento de los neumonólogos, especialistas en el cuidado de los pulmones, esta campaña tiene como objetivo concientizar sobre la importancia de la vacunación como herramienta clave para prevenir enfermedades respiratorias. Los neumonólogos, como referentes confiables, proporcionarán información precisa sobre las vacunas y su impacto en la salud pulmonar.

Vacunarse en la adultez es fundamental por varias razones. Primero, porque refuerza el sistema inmunológico y previene enfermedades graves. Las vacunas entrenan al cuerpo para que reconozca y combata virus y bacterias antes de que puedan causar infecciones graves. Este proceso genera una "memoria inmunológica" que proporciona protección a largo plazo. Además, las vacunas son esenciales para las personas con enfermedades crónicas, como diabetes, EPOC, asma o insuficiencia cardíaca, ya que tienen un sistema inmunológico más vulnerable y están en mayor riesgo de complicaciones graves por infecciones que pueden prevenirse con vacunas.

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Las vacunas son esenciales para las personas con enfermedades crónicas, como diabetes, EPOC, asma o insuficiencia cardíaca, ya que tienen un sistema inmunológico más vulnerable.

Las vacunas son esenciales para las personas con enfermedades crónicas, como diabetes, EPOC, asma o insuficiencia cardíaca, ya que tienen un sistema inmunológico más vulnerable.

La inmunización no solo protege al individuo, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad, puesto que ayuda a reducir la transmisión de enfermedades, previniendo brotes y protegiendo a los más vulnerables.

Dentro de las vacunas más relevantes para adultos se encuentran la antigripal, que debe aplicarse anualmente, especialmente en personas mayores de 65 años, embarazadas, personal de salud, niños hasta 2 años y personas con enfermedades crónicas. A pesar de que algunas personas no pertenecen a estos grupos de riesgo, cualquier adulto puede vacunarse para mantenerse protegido. Para los mayores de 65 años y quienes tienen comorbilidades, la vacuna antigripal puede reducir el riesgo de hospitalización y muerte relacionadas con la gripe en un 50%.

La vacuna antineumocócica es otra herramienta importante, ya que previene neumonía e infecciones graves, especialmente en personas mayores de 65 años y aquellas con factores de riesgo. El Virus Sincitial Respiratorio (VSR), una nueva vacuna disponible para adultos mayores y grupos de riesgo, tiene una efectividad superior al 82% en la prevención de infecciones respiratorias graves en mayores de 60 años, y más del 94% en la prevención de infecciones del tracto respiratorio inferior en personas con enfermedades respiratorias crónicas.

El herpes zóster es otra vacuna recomendada para mayores de 50 años e inmunosuprimidos, previniendo este tipo de infección y sus complicaciones. También es importante la vacuna contra la tos convulsa, recomendada especialmente para embarazadas para proteger a sus bebés, y como refuerzo en adultos cada 10 años para prevenir difteria, tétanos y tos convulsa. En cuanto a la protección contra el Covid-19, se recomienda mantener los refuerzos para conservar la inmunización, mientras que el tétanos y la difteria requieren un refuerzo cada 10 años.

Por último, la vacuna contra el dengue, aunque no está indicada para todos los adultos, debe ser evaluada por el médico según las condiciones y riesgo de exposición.

La campaña "Sabemos de Vacunación, Tus Pulmones en Buenas Manos con los Neumonólogos" subraya la importancia de confiar en la experiencia de los especialistas y actuar de manera proactiva por la salud respiratoria.