En los últimos años, varios estudios han resaltado cómo algunos hábitos cotidianos pueden impactar directamente en nuestra salud, especialmente aquellos que seguimos después de las comidas.
La investigación se ha centrado en el impacto de actividades simples como caminar o consumir ciertos líquidos, revelando cómo influyen en funciones clave del cuerpo. Aquí te contamos lo que la ciencia dice sobre caminar tras una comida y los efectos en el metabolismo, la insulina y el sistema digestivo.
Los Beneficios de Caminar Después de Comer
Caminar tras las comidas puede tener un impacto positivo en la salud metabólica. De acuerdo con un artículo publicado en la revista Eating Well, caminar después de comer mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye los picos de glucosa en sangre.
Un estudio realizado por la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, mostró que una caminata tras una comida puede reducir los niveles de azúcar en sangre hasta en un 12%, lo que representa una herramienta accesible para prevenir y controlar enfermedades como la diabetes tipo 2.
Además de los beneficios metabólicos, caminar después de comer puede ayudar a la reducción de peso. Según un estudio publicado en el International Journal of General Medicine, caminar después de una comida es más efectivo para perder peso que hacerlo una hora después. Esta actividad también mejora la digestión, favoreciendo el tránsito de los alimentos a través del tracto gastrointestinal y reduciendo molestias como hinchazón, gases, eructos y calambres, según la revista Gastroenterology and Hepatology from Bed to Bench.
Caminar también puede contribuir a reducir la interacción con bacterias intestinales y disminuir la acumulación de gas, lo que se asocia con menores tasas de acidez estomacal y síntomas de reflujo. Además, el movimiento físico, incluso a baja intensidad, estimula la liberación de neurotransmisores como las endorfinas, serotonina y dopamina, que generan sensaciones de bienestar, como indica Mayo Clinic.
¿Cuánto Tiempo y Distancia Es Recomendable?
El tiempo y la distancia ideales para caminar después de comer dependen del beneficio que se busque. Para reducir los niveles de azúcar en sangre, Eating Well sugiere caminar entre 2 y 5 minutos tras la comida. Sin embargo, el estudio de la Universidad de Otago recomienda una caminata de 10 minutos.
Un estudio publicado en Diabetes Care comparó los efectos de caminar por 45 minutos en la mañana con una caminata de 15 minutos a paso ligero después de comer. Los resultados mostraron que la caminata post-comida fue más eficaz en el control de los niveles de glucosa y también promovió la pérdida de peso. Un metaanálisis de Sports Medicine reveló que caminar entre 2 y 5 minutos después de una comida tiene efectos positivos sobre la regulación de la glucosa.
Aumentar la caminata a entre 60 y 90 minutos después de comer podría reducir aún más los picos de azúcar en sangre.
Posibles contraindicaciones para la salud
A pesar de los numerosos beneficios documentados, caminar inmediatamente después de comer podría tener efectos adversos en algunas personas. Según la revista Healthline, algunas personas pueden experimentar malestares gastrointestinales como indigestión, náuseas, hinchazón, gases o incluso diarrea, ya que el movimiento puede alterar el proceso de digestión.
Para evitar estos inconvenientes, los especialistas sugieren esperar entre 10 y 15 minutos antes de comenzar a caminar y optar por un ritmo moderado, lo que puede minimizar la incomodidad y mejorar la respuesta digestiva.