A mediados de octubre el calor ya se hizo sentir en Santa Fe con temperaturas que rondaron los 40° y una sensación térmica que los superó. En base a este escenario, se espera un verano con temperaturas aún más altas y, como es de costumbre, serán pocos los que se animen a transitar las calles de la ciudad durante la siesta o hasta que baje el sol. Es por esto que el horario corrido impuesto a comercios, supermercados y autoservicios y el cierre de los locales gastronómicos a las 00 preocupa a los trabajadores de los rubros. Algunos de ellos, incluso, comenzaron a trabajar de igual forma en horario cortado, por lo que el tiempo de atención se reduce aún más.
Hasta el momento en Santa Fe los supermercados y autoservicios tienen permitida la apertura de 8 a 20 de corrido, mientras que los comercios abren hasta las 19.30, y los locales gastronómicos hasta las 00. Todos deben realizar horarios de corrido. Sin embargo, algunos comercios ya cortan a la siesta, de la misma manera que la mayoría de los supermercados del norte de Santa Fe. En el caso de los bares nocturnos, comenzaron a abrir más tarde. En todos los casos, el rango horario de trabajo es cada vez más corto.
Supermercados y autoservicios
Si bien aun antes de la pandemia las sucursales de las grandes cadenas de supermercados mantenían sus puertas abiertas durante todo el día, los pequeños autoservicios de barrio no suelen acostumbrar a trabajar de corrido. Según explicó a Aire Digital María Elizabeth Raffin, presidenta de la Cámara de Supermercados y Autoservicios, en los supermercados y autoservicios del centro, el horario corrido funciona mejor que en los de los demás barrios. Por otro lado, en el sur de Santa Fe hay más personas que asisten a la siesta que en norte.
En un primer momento, cuando se estableció el horario corrido desde las 8 hasta las 18, todos los empleados realizaban sus turnos de corrido. Sin embargo, con la extensión del aislamiento y, a su vez, la extensión del horario de cierre, la situación comenzó a cambiar. "Los trabajadores tienen un modo de vida, una costumbre, que si no cortan a la siesta se les desorganiza completamente", aclaró Raffin.
En un principio, se determinó que el objetivo principal del horario corrido era disminuir la movilización de personas. Sin embargo, la presidenta de la Cámara de Supermercados enumeró y diferenció dos situaciones: la de los pequeños comercios que cierran durante las siestas y la de las grandes cadena en las que los empleados trabajan con turnos, por lo que el objetivo del horario corrido ya no se cumple completamente.
En relación a las comercios que no están en el centro, la mujer aclaró que varios trabajadores señalaron que se vuelve "peligroso" abrir cuando nadie circula. Destacó que se sufren varios hurtos o robos con modalidad "mechera".
Otra de las cuestiones del horario que señalan desde los supermercados tiene que ver con el cierre. Hasta el momento sólo pueden abrir hasta las 20. Lo que ocurre es que durante las últimas semanas notaron que las personas se acumulan en la puerta de los negocios desde las 19, cuando sólo queda una hora de atención. De esta manera, en lugar de evitar la aglomeración de personas, sucede lo contrario.
Leer más ► Señalan que el comercio tuvo el peor "Día de la Madre" de los últimos 20 años
No solo el calor influye en la aparición de mayor cantidad de personas después de las 19, sino que también lo hace el horario en el que terminan de trabajar los empleados de comercios. "Muchos salen de sus trabajos y pasan por el supermercado o autoservicio y eso hace que se acumulen todos a la misma hora", explicó Raffin, y añadió que es por esa razón que creen que sería mejor extender el horario de cierre hasta al menos las 21.
Por último, ante la llegada del calor, los trabajadores de los supermercados comenzaron a preguntarse acerca del uso de los aires acondicionados. "Aún no sabemos si nos los van a dejar usar", aclaró Raffin.
Caída de las ventas
Durante los últimos días de marzo y los primeros de abril, la población hizo largas filas para entrar y comprar en los supermercados a causa del aislamiento. Luego, con el paso del tiempo, las compras se normalizaron y comenzaron a realizarse con la misma frecuencia de antes: de menor cantidad pero más seguidas. Sin embargo, las ventas bajaron en general. Desde la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Santa Fe y la zona señalan que la caída es de un poco más del 10% en general.
La situación es diferente en cada zona de la ciudad de Santa Fe, como en las diferentes localidades. Pero en general, se estima que la disminución del consumo en supermercados de Santa Fe ronda el 10%. María Elizabeth Raffin, presidenta de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Santa Fe y la zona, aseguró que además, preocupa el aumento en los costos de los productos.
"Las ventas sí tienen una baja desde hace un par de meses" contó en diálogo con el periodista José Curiotto en el programa Creo de Aire de Santa Fe, quien aclaró que sí es clara la concentración de la gente en la compra de los productos esenciales. "Quizás se daba un gusto más y compraba otra cosa, pero siempre el consumo apuntaba a lo esencial", explicó.
Es difícil estimar un porcentaje fijo de disminución de las ventas. Raffin aclaró que como mucha gente quedó desocupada durante la pandemia, lo más simple fue poner un negocio de venta de alimentos (almacén) en sus casas o su garage. De esta manera, las ventas se diversificaron aún más, lo que disminuye las compras en los supermercados y diversifica aún más el consumo. Este factor también varía de acuerdo a dónde se ubiquen los comercios. "En el centro las ventas son más divididas porque hay más comercios abiertos", dijo la presidenta de la Cámara de Supermercados.
Al problema de las bajas ventas, se le suma el aumento de los costos encubiertos por parte de la empresas productoras. Según explicó Raffin, a partir de agosto comenzaron a percibir algunos "aumentos encubiertos". Cuando se extendieron a varias empresas, denunciaron la situación al Ministerio de Producción de la Nación para que tomen cartas en el asunto. Un ejemplo de este tipo de suba de los costos tiene que ver con la reducción de bonificación, sin aumentar el precio. "Después lo que hacen las empresas es decir que ellas no aumentaron los precios", sostuvo Raffin.
Uno de los productos más complicados para conseguir es el aceite, según destacó la presidenta de la Cámara de Supermercados. En realidad, lo mismo sucede con todas las materias primas que varían los precios según el dólar. Muchos de estos se venden con límites, sobre todo, las marcas que la gente busca más.
Comercios
La situación más compleja es, tal vez, la de los comerciantes durante las siestas santafesinas. Martín Salemi, presidente del Centro Comercial, indicó en diálogo con Aire Digital que durante el invierno la implementación del horario corrido fue "muy buena". Incluso en mitad del invierno se habló de la posibilidad de implementarlo más allá de la pandemia. Eso sí, con la excepción del verano.
"De abril hasta octubre es un buena opción el horario corrido", aseguró Salemi. En cambio, durante los meses siguientes ni siquiera es pensado como una posibilidad. Para el presidente del centro comercial, es "imposible".
Salemi destacó que ya solicitaron formalmente la extensión del horario y están tratando la cuestión en diálogo con los diferentes organismos municipales.
Caída de las ventas
En relación a las ventas en los comercios, el presidente del Centro Comercial dijo que se notó una fuerte caída a partir de agosto con las nuevas restricciones por coronavirus ante el aumento de contagios. Las compras disminuyeron en un 30% en relación a los mismos meses en el año anterior.
Salemi remarcó la triste situación que pasaron los comerciantes con las ventas en el Día de la Madre que cayeron en un 75% en relación al año anterior.
Gastronómicos
El mayor problema de los locales gastronómicos no es el horario corrido, sino el cierre a las 00. Desde la Cámara de Bares de Santa Fe, su presidente Agustín Macinsky, aseguró que los propietarios y trabajadores se están "acostumbrando a la nueva normalidad". Sin embargo, destacó que se está analizando la extensión del horario con la llegada de las temperaturas más altas ya que a las 20 aun no oscureció y en el verano a esa hora aún se siente un fuerte calor. "Quizás en un principio se pueda extender hasta la 1", dijo en diálogo con Aire Digital.
El problema en los locales gastronómicos tiene algunas características similares a los de los supermercados. Las personas comienzan a llegar cada vez más tarde y se genera una mayor aglomeración. Esto tiene que ver con la costumbre de salir más tarde en verano, pero principalmente con el calor.
Macinsky destacó el cumplimiento de los protocolos por parte de los bares y restaurantes de Santa Fe, pero aclaró que más allá de que la gente se retire de los bares es probable que queden dando vueltas por la ciudad.
El presidente de la Cámara de Bares destacó la iniciativa de los balcones y terrazas gastronómicas, que permiten ampliar las capacidades de los locales. Además, aclaró que el consumo comienza a ser mayor en los lugares destinados a personas más jóvenes, mientras que en aquellos sitios a los que suelen asistir personas de un rango etario más alto, las ventas disminuyeron y se mantienen en niveles bajos durante la pandemia.
Te puede interesar
Dejá tu comentario