En 2015, los condenados por el triple crimen de General Rodríguez, Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci, se escaparon de la cárcel de General Alvear y su captura se concretó semanas después en la provincia de Santa Fe, en medio de un mega operativo que implicó cientos de gendarmes, policías y espías detrás de un solo objetivo.