Pese a las diferencias internas, en Unidos apuestan a sancionar la necesidad de la reforma constitucional entre jueves y viernes. ¿Cómo viene el poroteo?
Resulta clave tener un panorama claro de cuál es la postura anunciada por cada espacio político.
En la Legislatura de Santa Fe se viven horas frenéticas en el marco de las negociaciones que los diferentes bloques llevan adelante para intentar sancionar la ley que declara la necesidad de una reforma constitucional en la provincia.
Si bien la idea de avanzar hacia una modernización de la Carta Magna provincial tiene un amplio apoyo político, existen diferencias respecto al contenido de la reforma y de la elección de los convencionales. Esas diferencias no solo se dan entre los distintos espacios políticos, sino hacia el interior de los mismos.
En Unidos para Cambiar Santa Fe, la UCR y el socialismo no logran unificar criterios y por ahora no pueden consensuar un proyecto con el cual empezar a negociar con la oposición. En el Partido Justicialista, la cosa no es muy diferente. Las autoridades partidarias tuvieron que convocar a una reunión de los bloques legislativos del peronismo para limar asperezas y acercar posiciones. Luego, se emitió un comunicado rechazando las formas en la que se encaró el debate sobre la reforma constitucional.
Ante este escenario, resulta clave tener un panorama claro de cuál es la postura anunciada por cada espacio político para entender qué posibilidades tiene el oficialismo de sancionar la necesidad de actualizar la Constitución.
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Teniendo en cuenta que se requieren dos tercios de los votos de la Cámara para aprobar la iniciativa (34 votos), hasta el momento la votación sería la siguiente:
Hasta el momento, de acuerdo al relevamiento realizado por AIRE, el oficialismo no cuenta con los 34 votos necesarios para darle media sanción a la ley que declara la necesidad de la reforma constitucional. Con 29 votos confirmados, Unidos requiere aún el acompañamiento de otros cinco legisladores.
Las negociaciones entre los espacios es continuo y el escenario se puede modificar en cualquier momento de acá al jueves. De todos modos, por ahora, el oficialismo tiene asegurados 27 votos positivos (vale indicar que la presidenta de la Cámara baja, Clara García, no vota) y 19 negativos. En duda están dos legisladores.
Mediante un comunicado, el bloque Somos Vida ratificó su rechazo a la agenda de la reforma constitucional.
"La reforma no es una urgencia ni una demanda de los santafesinos; nuestra provincia tiene demandas prioritarias de salud, educación, seguridad…esta reforma es una reforma del poder político de turno para saciar sus anhelos de poder irrestricto", remarca el texto.
Mientras los partidos del frente oficialista intentarán llevar el tema al recinto esta misma semana, desde el Partido Justicialista –el principal espacio opositor–, ya salieron a avisar que no acompañarán el proceso porque lo consideran “apresurado e inoportuno”.
Así las cosas, y mientras avanza el reloj hacia el 30 de noviembre –día en que finalizan las sesiones ordinarias de la Legislatura–, los principales sectores de la política santafesina se trenzaron en un debate que sobrevoló todo el año la actividad legislativa y que ahora parece instalarse con mayor fuerza, sobre todo después de que el gobierno consiguiera sancionar las reformas jubilatoria y judicial.
La fecha "límite" que se impone el frente Unidos no es antojadiza, ya que una vez finalizadas las sesiones ordinarias solo se podrán tratar aquellos temas habilitados por el Poder Ejecutivo. Los ocho proyectos que proponen la reforma –siete en Diputados y el restante en el Senado– fueron ingresados por los propios legisladores. La intención de la Casa Gris es no meterse de lleno en el debate: “Es un tema de la Legislatura y de los partidos políticos”, había afirmado el ministro de Gobierno, Fabián Bastia.
No obstante, para el oficialismo el principal escollo son los números. Para aprobar la ley que declara la necesidad de la reforma se necesitan los dos tercios de cada cámara. En el Senado, el frente Unidos cuenta con esos votos (tiene 14 bancas y necesita 13), pero en la Cámara de Diputados requiere apoyo de la oposición, ya que el bloque oficialista tiene 28 representantes y tiene que conseguir 34 votos.
Entre todos sus sub-bloques, el PJ suman 10 votos en la Cámara de Diputados que son clave para las aspiraciones del Ejecutivo. Lo mismo con el espacio de Amalia Granata, Somos Vida, que tiene siete bancas en la Cámara baja. Como trasfondo, la discusión por la posibilidad de habilitar o no la reelección del gobernador Maximiliano Pullaro le suma más dificultades al debate. Por eso, la pregunta que se impone, a menos de una semana del cierre de las sesiones ordinarias, es si dan los tiempos para sancionar la ley que declara la necesidad de la reforma antes de fin de año.
El frente Unidos busca apurar la sanción de la ley que declara la necesidad la reforma constitucional, pero aún no hay acuerdo sobre la posibilidad de reelección del actual gobernador Maximiliano Pullaro, que es el punto que hasta ahora mantiene el debate en stand by. “Actualizar nuestra Constitución no es solo una necesidad, sino también una deuda con el futuro. Desde Unidos para Cambiar Santa Fe reafirmamos nuestro compromiso con el diálogo, el respeto a las instituciones y la participación ciudadana como herramientas fundamentales para concretar este cambio histórico”, señalaron en un comunicado.
En ese sentido, indican que la reforma de la Constitución –que data de 1962– es “un paso fundamental que refleja nuestro compromiso con la modernización, la eficiencia del Estado y nos permitirá acompañar las políticas que llevamos narcocriminalidad”. Y aseguraron: “Destacamos la importancia de que este proceso se lleve a cabo durante el período ordinario de sesiones legislativas, afianzando el diálogo y el trabajo conjunto que venimos desarrollando”.
En una reunión llevada a cabo este lunes en la sede capitalina del Partido Justicialista, se unificaron posturas y, mediante un duro comunicado, consideraron que la reforma impulsada por Unidos para Cambiar Santa Fe “es apresurada e inoportuna” y reclaman “responsabilidad institucional”.
“En el marco del debate que pretende imponer el oficialismo sobre una posible reforma de la Constitución, se reafirmó la larga tradición política del peronismo por el respeto irrestricto a la institucionalidad, que entendemos ha sido vulnerada en este tiempo por mayorías circunstanciales para considerar un tema de tal trascendencia”, reza el texto. Y lanzan: "Los procesos de reforma constitucional exigen un diálogo democrático, con los partidos políticos, abierto y de cara a la sociedad. Hoy estamos frente a una avanzada autoritaria y de perpetuación en el poder que solo busca la auto reelección del actual gobernador”.
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