Cuando se le pregunta a Maximiliano Pullaro cuáles serán las prioridades de su gestión como gobernador de Santa Fe, no duda un instante en responder: seguridad, educación y producción.
Sobre esos tres ejes centrales, el nuevo mandatario planea y desea construir su gobierno durante los próximos cuatro años. El tiempo, sus decisiones y las circunstancias que le toque atravesar dirán si, al finalizar su gestión, Pullaro estará en condiciones de rendir cuentas y decir que pudo cumplir sus objetivos.
La tarea no será sencilla. No solo por la gravedad de los problemas que atraviesa la provincia en materia de seguridad y los enormes déficits que refleja la educación, sino por la más absoluta incertidumbre que plantea el horizonte económico y social de la Argentina, que desde este lunes será gobernada por un presidente que augura tiempos difíciles y plantea un paradigma de conducción inédito en la historia del país.
Seguridad: de los reproches como ministro, a gobernador de Santa Fe
Cuando el Frente Progresista, Cívico y Social perdió las elecciones en 2019, el gobierno de Miguel Lifchtiz enfrentaba fuertes críticas por la inseguridad y la violencia que atravesaban, sobre todo, a las principales ciudades de la provincia. Maximiliano Pullaro era, nada menos, que el ministro responsable de ese área clave.
Sin embargo, los tiempos que vinieron dejaron en claro que la situación podía empeorar, y mucho. A Omar Perotti le llevó tres años encontrar un ministro de Seguridad que brindara cierta dosis de confianza, como Claudio Brilloni, más allá de que la realidad refleje que la situación siguió deteriorándose durante su gestión.
Pullaro nombró como ministro de Seguridad a Pablo Cococcioni, un hombre de confianza, prudente y con la experiencia necesaria para hacerse cargo de un tema tan complicado.
La violencia que arrasa a la ciudad de Rosario ya no se puede medir en términos estadísticos -el número de homicidios, por ejemplo, no alcanza para describir el fenómeno-, sino que debe ser analizada desde los profundos cambios culturales que el narcotráfico logró enquistar en amplios sectores de la población.
En Rosario se mata por nada. La vida humana se convirtió en un factor desechable. El reciente crimen del colectivero César Roldán es una clara muestra de esto: el asesino lo utilizó con el único objetivo de llamar la atención al dejar una nota manuscrita dirigida a un narco que se encuentra en prisión.
En febrero de este año, el malabarista y músico Lorenzo Altamirano, de apenas 28 años, fue secuestrado al azar en una esquina, lo subieron a un auto, lo asesinaron y arrojaron su cuerpo frente al estadio de Newell's con el mismo objetivo atroz: utilizarlo como simple instrumento para enviar un mensaje mafioso.
Frente a estos aberrantes cambios en la cultura delictiva, de poco o nada sirve contar con un policía más o un policía menos en las calles. El fenómeno es más profundo y complejo.
Pullaro está convencido de que no habrá cambios posibles, si no se producen transformaciones que alcancen a la Justicia provincial. En este contexto, plantea modificaciones en el funcionamiento del Ministerio Público de la Acusación y advierte que está decidido a impulsar una renovación profunda, incluso, de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.
No parece una tarea sencilla. En frente tendrá, por ejemplo, al combativo Rafael Gutiérrez, que acaba de ser nombrado presidente del máximo tribunal de la Provincia. De todos modos, existe un dato clave: Pullaro asume como uno de los gobernadores con más poder político desde el retorno de la democracia, ya que contará con mayorías en ambas cámaras legislativas.
Unas de las primeras medidas que adoptará la nueva gestión luego de asumir será el impulso de una Ley de Emergencia en Seguridad, que permita acelerar la compra de patrulleros, armamento y equipamiento en general; además de promover reformas en las estructuras policiales.
Otra decisión tomada es el envío de un proyecto de Ley de Narcomenudeo, que permita a la Policía de Santa Fe atacar la venta de drogas en los barrios más conflictivos de las grandes ciudades. Los nuevos funcionarios están convencidos de que esta norma será clave para bajar los niveles de violencia extrema, más allá de las investigaciones sobre bandas de narcotraficantes que continuarán en manos de la Justicia federal.
El control sobre lo que sucede dentro de las cárceles también será un factor clave. De todos modos, el problema supera las decisiones que puedan tomarse a nivel provincial, ya que algunos de los líderes narcos más poderosos se encuentran alojados en penales que dependen del gobierno nacional y, desde allí, digitan el delito de la ciudad de Rosario con pasmosa facilidad.
El nombramiento de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad del gobierno de Javier Milei fue una buena noticia para Pullaro. Y se encargó de decirlo públicamente, incluso, cuando apenas se trataba de una posibilidad.
Educación: un sistema en crisis y gremios con gran poder de presión
El nuevo gobernador adelantó que una de sus primeras medidas será firmar un decreto para terminar con la "no repitencia" de los alumnos en Santa Fe.
Esta mirada se contrapone al sistema de "avance continuo" que impulsó la gestión de Omar Perotti, con el objetivo de que en el nivel secundario los alumnos avancen de un año a otro, recursando solo los contenidos curriculares no aprobados durante el año anterior.
Actualmente, esos estudiantes cuentan con el apoyo de “docentes acompañantes de trayectorias”, responsables de guiar al alumno en el proceso de recuperación de aprendizajes pendientes y orientarlos de manera cercana.
La verdad es que existen bibliotecas que avalan una y otra política. Sin embargo, queda claro que el problema de la educación va mucho más allá del mero debate entre repitencia sí, o repitencia no.
Así lo demuestran todas y cada una de las evaluaciones que se realizan a nivel nacional, ya que la Argentina profundiza su proceso de deterioro educativo. La reciente divulgación de los resultados de las Pruebas Pisa 2022, demuestran que el rendimiento de los alumnos de este país en áreas como Lengua y Matemática está por debajo del promedio del resto de los países latinoamericanos.
Pero más allá de las cuestiones pedagógicas, se abre un marco de incertidumbre sobre cuál será la relación del nuevo gobierno con los gremios docentes. Sobre todo, teniendo en cuenta que se avecinan tiempos duros desde el punto de vista económico, y no parece factible que se puedan sostener los sistemas de actualización automática de salarios de los maestros y del resto de los empleados públicos.
Producción: el inevitable impacto del contexto nacional
Gustavo Puccini será el nuevo ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe. Con antecedentes de trabajo en la industria alimenticia, se trata de un hombre de extrema confianza de Pullaro, pues lo acompaña desde hace años en las distintas funciones que ocupó el nuevo gobernador.
Esta semana, el futuro ministro se adelantó a los tiempos y se reunió con su equipo de colaboradores para afinar los detalles que le permitan anunciar las primeras medidas, apenas asuma al frente de esta cartera. No fue un encuentro privado; sino que se hizo público, hubo fotos y un mensaje claro.
Santa Fe es una provincia productiva por su historia, su esencia, sus recursos naturales y humanos. El Estado provincial no es un jugador esencial en este sentido, pero resulta clave que, al menos, no dificulte las cosas y genere las condiciones básicas para que el sector privado pueda hacer lo que sabe.
En este contexto, los caminos, la energía y la conectividad, aparecen como recursos esenciales para incrementar la producción y hacerla aún más competitiva.
Sin embargo, el contexto nacional impacta de manera inevitable. En las últimas décadas, el Estado central generó continuas trabas al desarrollo productivo de Santa Fe y, además, se convirtió en una monstruosa aspiradora de recursos económicos de la provincia.
Todavía resuena lo ocurrido hace poco más de un año, cuando Alberto Fernández llegó a esta capital para anunciar el aporte nacional de 5.000 millones de pesos para la construcción de una nueva planta potabilizadora de agua y dijo: "...Como soy un buen porteño, y un buen porteño debe ser solidario con el resto de la Patria; y como antes que porteño soy argentino, voy a trabajar hasta el último día que me toque ser presidente para hacer más federal a la Argentina".
Lo que no dijo el presidente fue que con los aportes que un año antes Santa Fe había realizado a la Nación, se hubiesen podido construir 307 plantas potabilizadoras. Es decir, casi una planta potabilizadora por día.
Los anuncios de Javier Milei, relacionados con la idea de reducir al mínimo la intervención del Estado en la actividad privada, es una noticia alentadora para el sector productivo de Santa Fe. Al mismo tiempo, las advertencias presidenciales sobre mayor inflación, estancamiento y crisis, plantean tiempos de marcada incertidumbre.
Mientras en la Argentina no modifique el esquema de recaudación y distribución de recursos, provincias como Santa Fe seguirán siendo fuertemente perjudicadas.
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