“No creo que deban preocuparnos estos números porque la baja de la tasa de natalidad no es ni buena ni mala, depende de a qué se deba. Es un proceso multicausal que se está dando en Argentina, en la región y en todo el mundo”, explicó Straschnoy.
La especialista señaló que la disminución en la natalidad puede ser positiva si se vincula, por ejemplo, a la reducción de embarazos no intencionales en adolescentes: “Podemos pensar que es bueno porque esas adolescentes que no querían tener hijos ahora pueden decidir y esperar un momento de mayor adultez”.
LEER MÁS ► Embarazo ectópico en primera persona: cuáles son las causas y cómo prevenirlo
Sin embargo, también advirtió que la baja puede reflejar la falta de condiciones para que quienes desean ser padres puedan hacerlo: “Es malo si hay familias o mujeres que quieren tener hijos y no encuentran las condiciones para que eso suceda”.
La importancia de repensar el cuidado infantil
Straschnoy afirmó que la reducción en la natalidad abre una ventana para mejorar el cuidado de los niños y niñas y apoyar a las familias que asumen esa responsabilidad.
“Las mujeres son quienes mayoritariamente se encargan de las tareas de cuidado, tanto dentro como fuera del hogar. Somos el 75% quienes realizamos estas tareas, y lo hacemos muy solas”, advirtió.
La especialista destacó que las redes de apoyo tradicionales, como abuelas y abuelos, han disminuido, y que las políticas públicas actuales son insuficientes para acompañar esta carga: “Solo el 20% de los niños menores de 3 años asiste a jardines de infantes o instituciones similares. El resto está en hogares haciendo malabares para cuidar, limpiar y también cuidar a personas mayores, en un contexto donde la pirámide poblacional se invierte”, consignó.
LEER MÁS ► De qué se trata el embarazo ectópico y cómo afecta: la explicación de una médica ginecóloga
Así, subrayó que muchas familias enfrentan tensiones porque los horarios escolares no cubren las jornadas laborales: "El 91% de los niños que van a primaria lo hacen en media jornada, lo que dificulta la conciliación laboral y el cuidado. Muchas personas deciden no tener hijos o tener menos porque no encuentran condiciones para cuidarlos”.
Por eso, la especialista insistió en la necesidad de mejores políticas públicas: "Los cuidados no son solo responsabilidad de las familias, sino de toda la sociedad. Deben existir opciones como colegios con jornadas extendidas, jardines de infantes desde el inicio y mayores licencias parentales”, detalló y remarcó que más del 70% de las madres no cuentan con licencia por maternidad, y los varones tienen solo dos días corridos tras el nacimiento, lo que limita su participación.
En ese marco, Straschnoy destacó que la tasa de actividad laboral femenina cae significativamente tras la maternidad: “La tasa de actividad cae 10 puntos porcentuales cuando tienen el primer hijo y 20 puntos cuando tienen el segundo. Algunas mujeres deciden quedarse en el hogar, pero muchas lo hacen porque no hay estrategias de cuidado que les permitan trabajar”.