El profesor del departamento de ciencia política de la Universidad del Valle, Carlos Gómez, analizó en diálogo con AIRE las implicancias de este ataque en el contexto político colombiano. "Todavía no podemos hablar de magnicidio, pero el intento es grave. Reproduce una lógica de violencia que la democracia colombiana no ha podido erradicar", afirmó.
Un país atravesado por la violencia política
Gómez fue categórico al describir el escenario actual: "Colombia es un país violento. Hay una violencia que se ha transformado pero no desaparecido, y esta vez se expresa nuevamente en lo político".
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Aunque Uribe Turbay no lideraba las encuestas, el intento de asesinato resuena con fuerza por su carga simbólica: su madre fue víctima del cartel de Medellín, y su linaje político remonta al expresidente Julio César Turbay (1978–1982).
¿Un quiebre o un episodio más?
Consultado sobre el impacto a futuro, Gómez explicó que no se trata de un punto de inflexión, pero tampoco puede ser minimizado: "No es un quiebre institucional como otros que hemos vivido, pero tampoco un incidente aislado. Es una alerta clara sobre el nivel de riesgo que enfrentan hoy los actores políticos".
Con las elecciones presidenciales programadas para agosto de 2025, el atentado anticipa un proceso electoral tenso, con nuevas exigencias en materia de seguridad para los candidatos. "Es un desafío para nuestra democracia: garantizar la libertad y seguridad, incluso de la oposición", concluyó.
Apareció un nuevo video sobre el intento de magnicidio a Uribe Turbay
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