Oficializado el cronograma electoral de cara a las elecciones 2023, los referentes de los distintos sectores internos del peronismo de Santa Fe se reunirán los próximos días para avanzar con las definiciones respecto a la estrategia electoral. Entre otras cuestiones, buscarán avanzar en la convocatoria al Consejo Ejecutivo y las Departamentales para, además de hablar de la actualidad que encuentra al justicialismo con el objetivo de retener la provincia, fijar una fecha para el Congreso partidario.
Con recorridas por pueblos y ciudades, apariciones en los medios de comunicación y fuerte presencia en las redes sociales, el año electoral en la provincia está en marcha. Las fechas de las elecciones primarias serán el 16 de julio y las generales el 10 de septiembre, así lo estableció el gobierno de Omar Perotti y lo convalidó el Tribunal Electoral.
En el camino aparecen otras fechas importantes: el 7 de mayo es el plazo máximo para establecer el marco de alianzas y el 12 del mismo mes cierran las listas de precandidatos.
En ese contexto, en lo primero que buscará avanzar esta semana el Justicialismo es en la convocatoria al Consejo Ejecutivo del partido para definir la fecha en que se llevará adelante el Congreso partidario, donde más de 400 dirigentes se darán cita para validar la posibilidad o no de tejer alianzas con otros sectores.
Los diálogos intrapartidarios ya existen desde hace tiempo, reconocen diversas voces del PJ que buscarán avanzar en la materialización de una construcción más amplia y colectiva. "Necesitamos recobrar la estrategia del 2019, la unidad en la diversidad que nos permitió volver a ser gobierno después de 12 años", reconocen en off algunos dirigentes consultados por AIRE.
Está claro que el contexto cambió respecto a tres años atrás. Por aquel entonces era el Frente Progresista el que llegó a las elecciones con más de una década de gestión, desgaste y azotado por los alarmantes casos de violencia, inseguridad y narcotráfico en toda la provincia. El escenario de tercios del 2019 que dividió el voto entre el PJ, el Frente Progresista y el PRO parece desaparecer también ante lo que es casi un hecho: el Frente de Frentes, todos o casi todos contra el peronismo.
Un sector más progresista podría diferenciarse de esa estrategia y no adherir. De ahí la importancia de ampliar la base electoral del peronismo que dé sustento a las posibilidades de continuar siendo gobierno. Para eso, en el PJ reconocen que deben "volver a enamorar" y ven en las Paso un motor importante para movilizar y poner en valor determinados aspectos de la gestión, además de limar asperezas.
En ese aspecto, no son pocos los que se entusiasmaron con la tregua o bandera blanca que se dio en los últimos días entre el gobernador Omar Perotti y el flamante jefe de Gabinete de la Nación, Agustín Rossi. El rafaelino dio el primer paso y envió a la asunción del "Chivo" a la vicegobernadora Alejandra Rodenas y su ministra de Gobierno, Celia Arena. El guiño fue bien recibido, incluso reconocido públicamente y se materializó en llamadas telefónicas para agradecerlo.
Además, entre las primeras acciones de Rossi como jefe de Gabinete fue atender el pedido expreso que Perotti le realizó al presidente de la Nación, Alberto Fernández de abrir una agencia de la Unidad de Información Financiera (UIF) en Rosario para investigar el lavado de activos y sus vinculaciones con el narcotráfico. Solo ellos dirán cómo continúa el vínculo.
El peronismo se pone en carrera, busca definir alianzas y estrategias. Tiene varios candidatos que ya caminan los barrios y muestran sus intenciones a la espera de la definiciones que están pronto a conocerse. Que comience el juego.