El gobierno de Santa Fe se posicionó en contra de las modificaciones a la ley de biocombustibles impulsadas por el presidente de la Nación, Javier Milei, en el proyecto de ley ómnibus que espera ser tratado por el Congreso.
Santa Fe se posicionó en contra de las modificaciones a la ley de biocombustibles impulsadas por el presidente de la Nación, Javier Milei, en el proyecto de ley ómnibus que espera ser tratado por el Congreso.
Lo primero que se buscará eliminar es la regulación del Estado en el precio de compra de materia prima de origen vegetal (maíz, soja, y caña) para hacer el corte con los combustibles fósiles. Esto quiere decir que las petroleras podrán negociar los valores de compra directamente con los elaboradores sin intermediación del Estado.
Al respecto, la secretaria de Energía de la provincia de Santa Fe, Verónica Geese, advirtió sobre los perjuicios que generaría en el sector productivo provincial. En diálogo con el programa Ahora Vengo, por AIRE, la funcionaria explicó que “la semana pasada sorpresivamente nos enteramos de que en la ley ómnibus hay un apartado que tumba abruptamente el sistema que hoy rige el mercado del biodiesel”.
Geese remarcó que la provincia de Santa Fe fabrica el 80% del biodiesel en Argentina. “Es un gran jugador a nivel internacional por la soja, por la transformación en aceite y harinas, y ese aceite es el que se transforma después en biodiesel. Para nosotros es muy importante no solo por las divisas, sino por los puestos laborales que genera y la capacidad de que le da a Santa Fe de tener su propio combustible”. Y agregó: “Hoy hay un 5% de biodiesel en el combustible se que usa. Y podría ser más y eso buscamos”.
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“Esto destruye la industria del biodiesel de Santa Fe porque cambia las reglas de juego de un día para otro”, dijo Geese sobre las modificaciones propuestas por el Ejecutivo nacional.
Según la secretaria de Energía, en las reuniones concretadas entre el gobernador Pullaro y Puccini con los ministros nacionales Guillermo Francos y Guillermo Ferraros, se plantearon los perjuicios que tendría Santa Fe.
“Esto es destruir una industria que está funcionando, que reemplaza lo que se importa y mejora las normas internacionales de cambio climático”, afirmó. Sobre el mismo punto, precisó que se está trabajando con los legisladores nacionales que representan a Santa Fe, quienes deberán tratar el proyecto. “Este cronograma destruye mucho más de lo que construye”, concluyó.
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